Escuché pasos en el jardín, pensé que era Annie y me di la vuelta para saber qué quería pero en vez de eso vi a un hombre de pelo negro y ojos cafés claros, llevaba una espada larga y una vestimenta azul parecida a mi ropa solo que su chaqueta era más grande al vernos cruzamos miradas, sentí algo extraño como si ya nos conociéramos como si fuese un viejo amigo y a la vez mi peor enemigo.
-¿Quién eres tú?- Pregunté listo para todo. Observó por unos instantes la insignia en mi brazo derecho.
-Alquimista dime qué hace una basura como tú en esta honorable casa- desenfundó su espada y al momento por reflejos tomé mis espadas para protegerme.
-Escucha bien maldito Alquimista, mi nombre es Alexander Kokone y yo acabaré contigo para que no seas una amenaza para los Cleever- en sus ojos veía un gran odio, pero ¿Qué sabía de mí? ¿Cómo conoce a los alquimistas?
Corrió hacia mí y en ese momento escuchamos una voz que llamó a Alexander.
-¡Alexander! Llegaste antes- Al oír esa voz se detuvo, se sonrojó y se dio la vuelta rápidamente guardando su espada. Allice le había llamado y con ella estaba también Maximillium.
-Allice...jejejeje...hola- después de verlo como guerrero lo vi como un estúpido corriendo como niño con su madre cuando llora. ¿En verdad era Alexander Kokone? Era demasiado estúpido para serlo.
-Disculpe James ¿Dónde está Annie?- Preguntó Maximillium.
-Señor Cleever no me diga que este maldito alquimista está a cargo de Annie.
-Señor está en su cuarto descuide ella está bien.
-Gracias James hace usted un excelente trabajo, por eso Alexander él está a cargo de la seguridad de Annie.
-Señor con todo respeto este alquimista no se merece tal honor.
Maximillium no dijo nada. Annie llegó y vio a Alexander con una mirada muy perdida era más que obvio que Annie estaba enamorada de Alexander y al parecer era por eso no quería ser comparada con su hermana, yo no podía creer que ese idiota fuera en verdad Alexander.
-Veo que ya conociste a James, ¿te ha caído bien, Alexander?-dijo Maximillium al ver mi reacción por la actitud de Alexander con Allice.
-Disculpe señor Cleever entiendo que le preocupe la seguridad de sus hijas pero dígame ¿Por qué confiar en un alquimista para protegerlas? Usted sabe bien que...- en ese momento Maximillium interrumpió de golpe
-James, Alexander por favor quiero hablar con ustedes a solas. Annie, Allice ¿nos permiten?-Al decir esto noté una sonrisa nerviosa por parte de Maximillium se le veía emocionado y a la vez preocupado, me pregunto qué trae entre manos.
-Sí padre iremos a ver algo en la casa-dijo Allice y se retiraron.
-James, Alexander por favor quiero que se lleven bien ya que ambos van a proteger a mis hijas y sus peleas personales pueden afectar la protección de mis hijas.
-Señor Cleever entiendo cómo se siente pero este alquimista no va a ayudar ellos sólo saben destruir, usted recuerda el incidente de hace 200 años...
-Si tienes algo contra mí solo dijo directamente y déjate de estupideces, no eres más que un mimado que sólo se cree mejor pero no eres más que un inútil.
-¡¿QUÉ HAS DICHO MALDITO ALQUIMISTA?!-sabía que se iba a descontrolar, en ese momento desfundó su espada y yo las mías, estuvimos a un centímetro de lastimarnos el uno al otro pero Maximillium detuvo nuestros ataques con sus manos sin recibir ningún rasguño, tampoco perdió su porte y elegancia
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El diario de James Mildway
FantasiEn el año 2050 la humanidad enfrenta una infestacion de criaturas creadas por la ambición de la misma raza humana. Un alquimista llamado James Mildway ha perdido sus recuerdos y se encuentra en un mundo lleno de caos, su vida cambia cada vez mas cua...