Leyenda /JJK - Omegaverse.

32. ¿Por qué?

ADVERTENCIA

Este capítulo contiene toneladas de sangre y escenas que pueden causar incomodidad al lector.

Si leíste esto y aún así quieres saber qué sucede con HaRa en su asalto a la manada Song, pues adelante.

De cualquier forma, estás advertido.

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1:30 am

La Frontera.

Nos movemos con sigilo por entre los árboles. Si a nuestro paso las ramas lastiman la piel de alguno ninguno abre el hocico para quejarse.

Estamos solos los diez. Hace unos cuantos minutos nos separamos del resto para que cada quien haga la parte que le toca. No sé si será obra de la tensión o del nerviosismo, pero siento los latidos de mi corazón en cada fibra de mi ser.

Estoy ansiosa, nerviosa, y todos los adjetivos relacionados.

Miro hacia arriba. Las nubes taparon la Luna y no hay una sola gota de iluminación. Suspiro y agudizo los sentidos. Si no me equivoco, debemos de estar a punto de verla...

Y tras pasar unos cuantos árboles, las primeras luces llegan a nosotros. La manada Song aparece y una oleada de euforia me golpea.

Ahora estoy emocionada.

Miro hacia atrás y con un gesto de mi cabeza les indico el camino que debemos seguir. Ellos ni se inmutan, pero cuando camino todos me siguen.

Avanzamos en paralelo con el bosque, aún sin salir de la oscuridad. Bordeamos por la derecha todo el perímetro del muro protector de la manada en silencio.

La mansión Song. Ese es nuestro objetivo.

Unos pocos minutos después ya puedo ver la estructura de la mansión alzándose, pero para llegar a la entrada hay que atravesar los edificios y exponerse a ser descubiertos por los guardias.

Tomo una respiración profunda y vuelvo a mirar atrás. Nueve pares de ojos me observan esperando instrucciones y cuando asiento se preparan para emerger en silencio de la oscuridad.

El grupo se compacta y caminamos escondiéndonos detrás de las estructuras de más de cinco pisos. Me valgo de los pocos recuerdos que tengo para no desviarnos y, sobre todo, no ser vistos.

Avanzamos por entre los edificios intentando hacer el menor ruido posible. Es difícil despistar a los guardias y algunas luces encendidas dentro de las casas me ponen alerta. El corazón me golpea las costillas con fuerza y estoy sudando demasiado cuando detrás de mi escucho una rama romperse.

- ¿Quién anda ahí? - una silueta se mueve delante de nosotros y levanto el puño ordenando que todos se queden quietos.

Ojeo a mi alrededor. Dos árboles a la derecha y un edificio a la izquierda a unos diez metros.

No nos da tiempo.

- No volveré a repetirlo. ¿Quién anda ahí?

Una gota de sudor me resbala por la sien y trago grueso. Todos me miran esperando una señal, pero me quedo quieta. Si nos movemos nos verán y si no lo hacemos también.

Entonces salta la alarma. Un sonido estruendoso que taladra los oídos y el guardia se debate entre atender la alarma o seguir investigando. Unos segundos después, decide ir a ver qué sucede y se aleja corriendo.

Me relamo los labios. Ya empezamos.

Con un ademán les ordeno correr y sus pisadas quedan amortiguadas por la tierra cuando pasan por mi lado como relámpagos. Los sigo.