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—Mucho gusto, es genial conocerte al fin.

—El gusto es mío, Ten.

El mencionado sonríe con amabilidad mientras suelta la mano del contrario.

—¿Y qué hicieron en año nuevo? Supe que rompieron una piñata.

—Cenamos y de paso celebramos el cumpleaños de Kun, ¿cierto cielo?

Jun abraza el brazo del chico por la mesa y le mira expectante, con una sonrisa en su rostro.

—Sí. Fue divertido, por esa razón hubo piñata.

Ten puede ver a su amigo feliz, sin embargo sabe que algo no está bien del todo consigo, puede ver que constantemente mira a la ventana y puerta de aquella cafetería que solían visitar y aún más él junto a su anterior amor.

—Me alegra saber eso. Nosotros solamente cenamos e hicimos apuestas con juegos de mesa y videojuegos, nada de otro mundo.

—¿Y ganaste en el juego de ordeñar la vaca?

Ten se permite reír a carcajadas ante aquella pregunta, recuerda haberle mandando un vídeo de él jugando ese retorcido juego.

—No, me gano Dejun. Pero gané en Mario Kart.

—Jun es buenísimo jugando Mario Kart, algún día deberían regarse, ¿no crees nene?

Junhui asiente ante el comentario de su pareja y alza un pulgar, continúa alardeando sobre un reto contra Ten en una tarde de videojuegos próxima luego de que el tailandés afirmara ante el reto.

Los tres chicos se entretienen hablando más sobre sus vidas en Islandia, el próximo viaje a Japón de Ten junto a su pareja y lo que pasó en aquella pequeña ciudad durante la ausencia de Kun. Todo hasta que Ten recibe una llamada de su pareja preguntando su paradero y con esto, la despedida del extranjero, pues debía arreglar unos papeles antes de su partida.

Se despide de Junhui reafirmando su torneo de Mario Kart y se despide de Kun anunciando su vista a su casa más tarde.

—Ten me agradó, es divertido.

—Cuando no es tu amigo desde años, después se vuelve un dolor de cabeza.

Junhui sonríe con diversión y suspira para voltear a mirar a su pareja.

—Kun, hay algo que quiero decirte.

—¿Sí? ¿Qué cosa?

—Sé que es pronto para decírtelo pero de verdad lo siento como nunca antes y yo... Bueno, es algo complicado.

Kun siente su estómago revolverse, puede ver el rostro del chico sonrojado, como cuando confesó que le gustaba. Temía que dijera alguna confesión delicada.

—¿Qué cosa Jun? No te compliques...

—Te amo, Kun.

Jun puede ver el rostro sorprendido y levemente sonrosado de Kun, temiendo su respuesta, besa los labios carnosos y dulces del chico.

Junhui más que nadie sabía que Kun no estaba listo para amar, incluso sabía que quizá lo que sentía por él no pasaba más allá de cariño y a pesar de que su corazón dolía, no perdía la esperanza de hacer florecer un sentimiento cálido en él.

No perdía la esperanza en su amado, porque Junhui realmente adoraba y amaba a Kun, no quería perderlo. No sin intentar todo.

 No sin intentar todo

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—Bienvenido a nuestra casa de estudios, te deseo éxito

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—Bienvenido a nuestra casa de estudios, te deseo éxito.

El moreno sonríe con amabilidad y murmura un gracias, para después tomar sus papeles de inscripción y guardarlos en la carpeta que termina por guardar en su mochila.

Toma su celular para abrir sus redes sociales y rueda los ojos al ver notificaciones de menciones en tweets de Hani.

Se arrepiente de decirle que debía estudiar periodismo y que él estaría pendiente de su apartado de chismes, Hani era una chismosa que algunas veces le molestaba.

Pero el tweet dónde le mencionan le parece interesante y mayoritariamente triste.

¿Kun tenía novio? ¿Era verdad que tenía novio? ¿Cómo es que ella sabía de él? No dudaba que ella era como el FBI pero, ¿cómo es que sabía que era su novio?

Y lo más importante, ¿por qué seguían relacionándolo con él? Lo que había sucedido entre los dos ya había pasado y tenían que superarlo.

Menos él mismo porque seguía doliendole todo lo que había pasado, seguía arrepintiendose sobre lo que había pasado.

Pero los demás no tenían que meterse entre ellos dos.

Pero los demás no tenían que meterse entre ellos dos

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call me maybe;「lukun。」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora