ʟɪᴋᴇ ᴀ ᴋɪɴɢ || heewon

Like a king 01

HeeSeung últimamente no se sentía bien, se sentía más que mal. Se sentía a morir cada vez más.

Cada día que pasaba sentía como si su cuerpo perdiera fuerza y se volviera más frágil. Su piel pálida se volvió aún más sin color y tomo un tono amarillento.

—¿Seguro que estás bien?— preguntó SungHoon, el mayor del grupo al que pertenecía Lee.

—No lo sé— dijo mientras apoyaba su cara en la mesa dejando a un lado su comida— es como si me hubieran atropellado y después de haberlo hecho una manada de elefantes pasará sobre mí y luego un grupo de leones se abalanzaron a devorarme.

—Eso es una comparación muy traumante— dijo Sunoo alejándose del mayor, pues estaba sentado al lado suyo.

—No tanto como tú habitación— SungHoon elevó una de sus cejas.
—¿Qué hay de malo con ella?

HeeSeung lo miro como si la respuesta fuera lo más obvio.

—Eres un psicópata Sunoo— el chico aún no entendía— está lleno de fotos que le tomas de escondidas a Niki ¿Ahora recuerdas?

El de apellido Kim hizo una "o" en sus labios recordando la expresión de sus amigos la primera vez que los dejo entrar a dicho lugar.

—No confundas el amor con otra cosa.

—Si es que a eso se le llama amor Kim.

SungHoon rodó los ojos, HeeSeung sintió una punzada en su cabeza y al instante un mareo enorme. Se apoyo en la mesa cerrando sus ojos buscando que el dolor se calmará o al menos disminuyera hasta que fuera soportable.

—Deberías ir al doctor— Sunoo dijo serio.

—Odio admitirlo, pero el maniático tiene razón— SungHoon también apoyo la sugerencia del chico.

—Gracias, supongo.

HeeSeung lo pensó un poco, tal vez sea mejor ir antes que lamentar algo.

[...]

La enfermera puso frente a HeeSeung la enorme jeringa y en esos instantes el chico quiso huir lejos de ahí, no le importaba si moría de debilidad pero eso era mejor a tener la enorme aguja perforando su piel.

—Respira—. La enfermera indico.

HeeSeung tomo una bocanada de aire enorme y sintió un leve dolor en el brazo cuando la aguja entró en la vena de este. El pequeño recipiente cilíndrico se llenó de un líquido espeso de color rojo proveniente del interior del menor.

—Listo— la enfermera puso una vendita en el brazo del chico.

HeeSeung solo se limitó a sonreírle, no estaba muy contento con la falta de tacto que tuvo la mujer al introducir la enorme aguja en los vasos sanguíneos que protegía su piel. Miró a su lado y pudo notar que otro chico se estaba realizando la misma prueba que el, y también miraba con terror la enorme aguja que pronto iba a perforar su piel.

HeeSeung reía internamente por las expresiones del chico y se preguntaba si así de gracioso se había comportado el también. El contrario pareció darse cuenta de que era observado y le sonrió a Lee mostrándole una hilera de dientes blancos.

—¿Cuál es tu nombre?— preguntó la enfermera.

—Lee HeeSeung— respondió el chico.

—¿Y el tuyo?— señaló al chico de al lado.

—Lee SeokMin.

La enfermera anotó los nombres en una pequeña libreta.

—Bien ya pueden irse— ambos chicos salieron de la sala dejando solo a las dos enfermeras que los habían atendido.

—Oye— dijo una de ellas a la otra.

—¿Si?

—¿Anotaste que muestra era la de cada quien?

[....]

—Ya te dije que todo saldrá bien— HeeSeung repitió lo mismo como por vigésima vez. JungWon se sentó a su lado con un puchero en sus labios y reprochó tomando a HeeSeung por el brazo.

—No quiero que nada malo te pase hyung, imagínate que tienes algo grave ¿Qué haré sin ti?

—Estaré bien JungWonnie, lo prometo.

[...]

Después de ver los resultados de los exámenes, HeeSeung se arrepentía un poco de haberle prometido aquello a JungWon.