Like a King 02

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¿Leucemia?

No sabia como habían llegado hasta eso. Es decir, siempre se mantenía al tanto de hacer todas sus comidas como eran y muy pocas veces se las había saltado. Cuidaba tanto de su salud que le resultaba poco creíble saber que tenía dicha enfermedad.

Lo que tampoco sabía, era como decirle a JungWon que le quedaba poco tiempo de vida según el doctor. Ya que el resultado de los exámenes mostraba que su enfermedad avanzaba cada vez más y más.

Su apetito desapareció por completo desde ese día. Nunca se sintió tan miserable, de hecho nunca lo había sido.

Sunoo a su lado trataba de consolarlo o al menos hacerlo sonreír mientras le contaba como Niki lo había rechazado. Porque si, el de apellido Kim había intentado besar a Nishimura frente a toda la escuela y este huyó en la primera oportunidad que tuvo.

No era algo alegre, pero HeeSeung siempre solía reírse de sus fracasos con el pelinegro. Aunque ahora parecía todo diferente.

—¡Ya! Si sigues así morirás aquí— Sunoo puso sus manos en su cintura.

—Mejor, así no tendré que decirle a JungWon— respondió Lee con su cara escondida en la almohada.

Kim nego, debía existir alguna forma de sacar a su amigo de lo que se había convertido en su lugar de escondite, pues HeeSeung ni siquiera tenía la voluntad para levantarse de la cama. Aparte de las terribles ojeras que adornaban de manera desastrosa su hermosa cara.

Porque si, Kim Sunoo admitía que el rostro de HeeSeung parecía haber sido hecho por los mismísimos dioses del Olimpo. No por nada se había enamorado de él al inicio de su amistad.

—Arriba, antes de que traiga a JungWon aquí.

[...]

—Desgraciado...

Susurró Lee para su amigo, quien solo sonrió con aire de superioridad pues había cumplido su objetivo de sacarlo de su cueva. Aunque no pensó que también lo terminaría obligando a asistir al instituto y como consecuencia a ver a JungWon también.

Y es que Yang no se había separado ni un solo segundo de Heeseung, quien tenía cara de querer desaparecer o morirse en esos instantes, lo cual era triste para Kim quien sabía toda la verdad.

Aprovechando que el profesor de física le pidió buscar a alguien más para mover unas cajas, pidió ayuda al inocente JungWon quien acepto a regañadientes.

Pudiendo respirar un poco más tranquilo, HeeSeung se dispuso a reanudar la lectura de su libro, el cual llevaba casi cerca de la mitad.

Mordió su labio, sintiendo el sabor a cereza debido al brillo anteriormente aplicado sobre estos.

¿Valía la pena morir así? No.

Tenía aún muchas cosas que deseaba hacer, muchos deseos por querer cumplir y una mujer a quien deseaba amar aunque fuera por el resto de sus últimos días que quedaban.

Moriría como un rey, el mejor de todos.

¿Cómo un rey?

Su mente viajo a todos los deseos que tenía, unos eran demasiado peligrosos y alocados que nunca pensó en atreverse a hacerlos a menos que quisiera perder la vida pero eso ya poco le importaba ahora.

Miró el libro entre sus manos, luego a su alrededor, pensando que debía disfrutar lo poco que le quedaba de vida, lo poco que sus ojos verían la luz aún.

Debía atesorar cada momento que le era ofrecido y estaba dispuesto a eso. Pero antes debía cumplir una cosa, la más importante de todas.

Su vista viajó hasta su amigo quien venía acompañado de JungWon, quien al verlo le sonrió corriendo hasta sus brazos. HeeSeung le devolvió la sonrisa.

Conquistaría a Yang, estaba seguro de eso ahora.

Porque si moría... Lo haría como todo un rey.

ʟɪᴋᴇ ᴀ ᴋɪɴɢ || heewon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora