Los diez pasos de Nie Huaisang para arreglar la jodida realidad

Capítulo 5:El vínculo forjado en la oscuridad (vivo de nuevo)

En un abrir y cerrar de ojos, pasa un mes.

Lan Wangji pasa el mes en reclusión, confiándose en el Jingshi con cada texto en el Pabellón de la Biblioteca. Sí permite la compañía de Wei Ying cuando el hombre más joven vaga por el Jingshi, sin querer admitir que estaba allí para Lan Wangji.

Su reclusión, le dice Wei Ying, causó alboroto entre los discípulos, tanto de Gusu Lan como de los invitados. Algunos adivinaron que estaba siendo castigado. La mayoría, sin embargo, creía que Lan Wangji estaba fortaleciendo su núcleo mediante el cultivo aislado. Se ganó la admiración de muchos porque la dedicación y la resiliencia necesarias para un método de cultivo de este tipo es muy raro de ver y que Lan Wangji ya lo haya aceptado es admirable.

Wei Ying se había reído durante una hora la última vez que vino a visitarlo porque la mayoría de la población estudiantil estaba solicitando permiso para seguir los pasos de Lan Wangji. El tío estaba tan rojo que penso que estaba teniendo un golpe de calor.

No era como si Lan Wangji quisiera el aislamiento, le dice a Wei Ying. El tío le había prohibido dejar el Jingshi hasta que había copiado todos los textos para que ninguno se perdiera mientras está fuera. A Lan Wangji no le importaba. Ya había pasado tres años en tal reclusión por lo que se había acostumbrado al silencio absoluto de todos modos.

Y de todos modos, no era como si no estuviera recibiendo visitas.

Wei Ying hizo su misión personal visitarlo al menos tres veces a la semana, trayendo noticias y chismes y balbuceando durante horas mientras Lan Wangji trabajaba. Sin embargo, Lan Wangji admite, que es difícil apreciar el silencio cuando Wei Ying existie.

Esos tres años, sólo tenía A-Yuan de qué preocuparse e incluso entonces supo que su hermano lo cuidaba bien. A pesar de que su tío lo prohibió, A-Yuan tuvo su cena en el Jingshi, al principio al lado de la forma postrada en cama de Lan Wangji, luego en su regazo cuando está lo suficientemente bien como para llevar al niño de nuevo.

Sin embargo, desde el regreso de Wei Ying, el silencio no es algo que Lan Wangji encuentre agradecido porque el tono entusiasmado de la voz de su amado, los dramaticos de ojos anchos que arrastró como un tsunami y se enterró profundamente en su corazón, marcado en su alma.

Se encuentra ansiado al ver la sonrisa que adorna los labios de Wei Ying, duele mirar a los ojos grises que están tan llenos de vida. Mo Xuanyu era hermoso, pero es incomparable a la belleza del antiguo cuerpo original de Wei Ying.

Encuentra motivación en su anhelo y por lo que trabaja más y más duro, sólo se detiene cuando Wei Ying se pavonea en su Jingshi y llega a casa al lado de Lan Wangji.

Es el cuarto día de la semana y por eso Lan Wangji trabaja más rápido, Wei Ying irrumpirá en cualquier momento, tambaleándose sobre Lan Qiren y su rigor.

Espera que el ruido cuando Wei Ying entre.

No espera el pánico apenas oculto y las extremidades temblorosas.

Wei Wuxian ni siquiera intenta sonreírle mientras cruza la distancia entre la puerta y Lan Wangji.

Lan Wangji barre todo de su escritorio, despreocupando los parches de tinta húmeda que quedan en sus túnicas mientras se pone de pie, los brazos se extienden mientras Wei Wuxian se derrumba en ellos.

Wei Wuxian no llora, pero tiembla contra Lan Wangji y el más alto sólo puede acunarlo de cerca con la esperanza de proporcionar consuelo.

Lan Wangji se hunde en el suelo, sus brazos todavía agarran la forma  decaída de Wei Wuxian y se acomoda para que la cabeza de Wei Wuxian descanse en el hueco de su cuello, el cuerpo se desplazó en su regazo.