𝑽𝒐𝒍𝒄𝒂𝒏𝒐 🍑 𝐽𝑜ℎ𝑛ℎ𝑦𝑢𝑐𝑘

𝗖𝗜𝗡𝗖𝝝

Al final del día Donghyuck si había aprendido el verbo to be, a duras penas después de conseguir que Yangyang se lo tomara como un reto debido a las múltiples quejas de su nulo talento como profesor. Así que Donghyuck al menos sabía como estructurar una frase simple y con el verbo en presente. Eso los llevó a celebrar la increíble hazaña que ambos habían conseguido (porque hacer que Donghyuck aprendiera aquello le costó un huevo y la mitad del otro a Yangyang) así que Yangyang se había escurrido por su casa, aprovechando que el señor Seo seguía encerrado en su despacho, para entrar en la bodega y tomar una de las botellas de vino que coleccionaba su padre.

Donghyuck estaba sudando cual cerdo para el momento en que Yangyang había atravesado la puerta con la botella de vidrio en su mano derecha, la sensación en su estómago de que algo malo podía pasar por haber tomado algo del señor Seo sin permiso, además de que ellos no tomaban vino con un demonio, por lo general siempre se embriagaban con cervezas, soju y los tragos esos que daban en la barra libre donde probablemente usaban alcohol etílico en lugar de ron o vodka como querían hacer creer.

Aún así Yangyang ignoró sus constantes réplicas sobre todo lo malo que podría pasarles a ambos si el señor Seo se enteraba que habían malgastado su muy posiblemente carísimo vino celebrando una estupidez como aquella. ¿Qué persona en Corea no sabía el verbo to be a esas alturas de su vida?

Entonces Donghyuck pensó que, bueno, al demonio. Era algo estúpido pero Yangyang lo había hecho sonar como algo genial por lo cual celebrar, cintando sus palabras "El mejor hallazgo que he tenido" después de proclamarse el mejor profesor para idiotas.

Así fue como ambos celebraron chocando sus vasos de vidrio e ingiriendo la sustancia que a ambos les resultó asquerosa, más al ser lo único que había disponible (y por supuesto gratis) se obligaron a seguir. No fue ni dos horas después que ambos terminaron completamente ebrios y sonrojados, riendo por las múltiples caídas que Yangyang se estaba dando al intentar pararse para ir al baño.

Y fue en uno de esos intentos que Donghyuck cayó sobre su espalda de tanto reír y en un punto sintió como si se hubiera quedado dormido al parpadear para después abrir los ojos y ver el techo moviéndose como si estuviera en una ruleta. Las luces estaban apagadas y entonces se preguntó si de verdad se había quedado dormido en el suelo ya que las recordaba encendidas. De igual forma no pudo pensar demasiado en ello ya que un sabor raro corrió por su boca antes de que unas ganas incontrolables de vomitar se apoderarán de él. No lo pensó más y corrió al baño de su amigo, alcanzando a caer de rodillas frente al retrete justo a tiempo para volcar todo el vino que había tomado junto con las pobres mordidas que le había dado a la hamburguesa. Estuvo casi media hora regresando todo lo que su estómago le permitió y entonces terminó con su rostro sobre la cerámica blanca del inodoro pensando que ese lugar era en el cual su amigo ponía el trasero cuando tenía que cagar y él se encontraba ahí, con su mejilla sobre la superficie, inhalando como chanchito después de comer.

No se lamentó demasiado, al menos hasta sentir que poco a poco se recobraba a sí mismo y porque aún mantenía un poco de alcohol en la sangre, entonces sintiendo todo el sudor y sensación asquerosa regresó a la habitación para tomar una muda de ropa y su cepillo de dientes.

Se tomó una ducha asegurándose de borrar ese olor a vomito y cualquier rastro de su borrachera, incluso lavó sus dientes tres veces hasta respirarse en las manos ahuecadas cerca de su nariz y no sentir ningún olor aparte del dentífrico. Para cuando salió de la ducha se sintió un poco de nuevo él, limpio y a gusto, listo para dormitar las horas que faltarán para que el otro día iniciase, ya que aún estaba a obscuras afuera supuso que sería alguna hora de la madrugada. Guardó sus ropas sucias en su mochila y se dirigió hacia la cama de su amigo listo para aventársele encima, más la encontró vacía.