𝗡𝗨𝗘𝗩𝗘

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Smut segunda parte;

La mano enorme en su pezón se movió por su pecho, trazando círculos y formas imaginarias a la par que descendía por su vientre y por debajo del elástico del pijama y ropa interior de Donghyuck. Los dedos se cerraron alrededor de él dejando un ligero apretón que le hizo temblar las piernas de lo caliente que se encontraba.

El señor Seo era alto, Donghyuck siempre había admirado sus proporciones y sabía que sus manos eran igualmente grandes, más estando ahí, con la mano del señor Seo envolviendo su intimidad casi por completo se sintió tan diminuto e insignificante. Su cuerpo sintiéndose pequeño al lado del enorme cuerpo musculoso que lo envolvía por detrás.

El señor Seo podría tomarlo y hacer con él cualquier cosa sin dificultad alguna, él posiblemente no tendría ventaja sobre ello. ¿Estaba mal que la idea le calentara tanto? Porque definitivamente estaba deseando que el señor Seo lo tomara del cabello y lo empujara sobre el escritorio sin delicadeza alguna y le diera la cogida de su vida que lo hiciera recordarlo cada que quisiera caminar.

—Ahh~ —gimió al sentir el pulgar del hombre presionar sobre la punta de su miembro, frotando en círculos después.

Los brazos de Donghyuck temblaron llevándolo hacia delante cuando sintió un nuevo empuje. Su cuerpo comenzaba a ponerse tan sensible que le estaba costando permanecer de pie.

Comenzó a sisear cuando la mano sobre su pene empezó a moverse rápidamente. Donghyuck comenzó a sentirse sofocado por el calor de la habitación aunado al calor dentro de su cuerpo. Aunque no sabía si el cabello adherido a su nuca era a causa del sudor o de la saliva del señor Seo.

Las caderas de Donghyuck comenzaron a moverse al ritmo de la mano sobre su pene.

—¿Se siente bien? —los labios en su oreja se movieron, susurrando las palabras lo suficientemente alto para escucharlo y para hacerlo gemir de nuevo. La cabeza de Donghyuck se inclinó asintiendo torpemente —Habla.

—Si, s-señor.

Pudo sentir la sonrisa del señor Seo aún de espaldas así como el pequeño brinco de su miembro con el empuje. Donghyuck sollozó después de varios segundos de sentir la fricción en su pene y en su trasero. No podía continuar de esa forma o seguro terminaría en cualquier momento y esa no era la forma en la que quería terminar. Decidido se movió un poco, o al menos lo intentó ya que sus pies no le respondieron bien, haciéndolo trastabillar en su intento de voltearse para encarar al señor Seo.

La risilla sarnosa del mayor se escuchó apenas Donghyuck alcanzó a meter lo codos para no resbalarse, causando que los papeles próximos a él se movieran quedando desordenados.

—¿Qué pasa Hyuckie? —las manos del señor Seo salieron de los pantalones y camisa de Donghyuck apretándose en la cintura del menor después de aventar a un lado todo lo que había en el escritorio. Donghyuck apretó los labios para acallar un gemido al escuchar el mote cariñoso con el que lo llamaba Yangyang. Se supone que el hijo de puta lo estaba usando como burla, y lo corroboró al ver la sonrisa cínica en su rostro.

Donghyuck intentó volverse a mover pero al estar el cuerpo del señor Seo apretándolo contra el escritorio de nuevo, no tuvo éxito. Un puchero se instaló en sus labios inconscientemente, Yangyang siempre se burlaba de él porque tenía varias conductas de bebé y esa era una de ellas. Cuando algo le molestaba o lo hacía enojar él solo fruncía sus labios en un puchero sin darse cuenta hasta que los dedos de su amigo le estiraban el labio y le decían que era un bebé llorón.

Y aunque esta vez también le fue estirado el labio, no fueron los dedos de Yangyang los que le tocaron y mucho menos fue la voz de su amigo la que habló. No, esta vez los dedos que lo rozaron eran grandes a comparación de los de su amigo y se sentían como si quemaran con solo tocarlo. A Donghyuck le fascinó la sensación aunque no tuvo mucho tiempo para disfrutarla cuando dos dedos se deslizaron al interior de su boca.

𝑽𝒐𝒍𝒄𝒂𝒏𝒐 🍑 𝐽𝑜ℎ𝑛ℎ𝑦𝑢𝑐𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora