•••ME ENAMORÉ...

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LAUREN'S POV.

-¿Qué te parece este color?- Fernanda mostró un color diferente para los centros de mesa, pero en verdad mi cabeza no estaba para eso en estos momentos.

El sonido de mi teléfono hizo que regresará a la realidad y prestará atención, cuando leí el nombre en mi pantalla mi corazón saltó desembocado y mi pulso se acelera.

Se que está mal sentirme así cuando tengo a mi prometida a mi lado, pero mi corazón no escucha a mi razón.

-Hola...- no pude continuar porque la voz cortada y adormecida de Camila me interrumpió

-Lauren...hola, ¿Qué tal todo?- fruncí el ceño y me aleje de Fernanda para hablar mejor.

-Camila, ¿Dónde estás?- era un poco tarde para que ella estuviera sola por ahí en algún bar bebiendo. Más si estaba tan borracha como se escuchaba.

-En un fantástico lugar, donde puedo olvidar mi dolor por unas horas.- a pesar de su borrachera su voz se escuchó triste y eso me partió el alma.

-Voy por ti, dime dónde estás.- caminé hacia la mesa de centro y tome las llaves de mi coche.

-No vale la pena Lauren, es tarde para mí, me hundí en lo más profundo del abismo, se suponía que a esta hora estaría en el avión que me llevaría lejos de toda esta mierda que arme, pero descubrí que mi corazón es un masoquista.- salí de ahí sin decir nada a Fernanda y caminé lo más rápido hacia mi auto.

-No hables así Camila, tu puedes luchar por esa persona, decirle que la amas y salir de la duda sobre si te corresponde o no.- tenía una idea de dónde podría estar, así que sin pensar arranque mi coche directo a ese lugar.-¿Por que no sólo dejas salir todo lo que tienes dentro de ti? Hazlo y te sentirás libre.

-Es gracioso que digas eso, justo ahora me encontré con una mujer que me dijo lo mismo, me dijo que dejara salir todo lo que tenía dentro de mi y eso me haría sentir mejor.- guardó silencio unos segundos y eso me preocupo, ¿Y si ella estaba en peligro?

-Escúchame, solo deja que hable tu corazón y serás libre, por una vez en tu vida deja ver qué es lo que ocultas en ese corazón rodeado de murallas.- estacione el coche y baje rápidamente de el. Cuando estuve dentro del bar caminé directo hacia la barra, ahí observé a una chica que me parecía muy familiar.

Caminé rápidamente hacia ella, y la detalle mejor. No llevaba su habitual traje formal, al contrario llevaba unos vaqueros desgastados color azul y una blusa blanca. Me sorprendió verla así, pero se miraba más atractiva de lo normal.

-Buenas noches- dije suavemente cortando la llamada y esperando a que ella se girara, pero como era costumbre, ella solo se limitó a seguir bebiendo de su trago.- Quisiera invitar a beber una copa de vino a esta linda señorita- ella negó con la cabeza y se giró hacia mí.

Sus mejillas estaban un poco sonrojadas por el alcohol y sus ojos estaban un poco nublados.

-Ya te dije que tienes que mejorar tus palabras de ligue, además el vino no me haría nada, quiero lo más fuerte que se te pueda ocurrir, quiero olvidar este dolor que tengo aquí- dijo ella tocando donde se encontraba su corazón.

-Camz, ven, vamos a tu casa- la tomé de la mano y la obligue a que se colocará de pie, pero en el intento, ella se tambaleó y estuvo a punto de caer al piso, pero reaccione rápidamente para tomarla de la cintura. Su calor y su aroma me mareo unos instantes, antes de escuchar su suave voz.

-Que idiota, te pasa por cobarde, quién lo diría.- escuché una suave risa, pero a diferencia de otras está estaba llena de algo que me erizo la piel.- Que lindo es amar y ser amado ¿No crees?- su voz estaba cargada de ironía. Estaba apunto de contestar cuando su voz se volvió a escuchar.-¡Dios me quiero ir!¡Soy una ciega!- y sin más camina a paso lento hasta llegar a la puerta.

ONESHOT'S: CAMREN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora