Capítulo II

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Venezuela se encontraba en su entrenamiento matutino, buscaba relajar su mente un poco para estar tranquilo antes de su misión.

Miro a su alrededor, notando que el Gym del establecimiento policial estaba solo, un silencio sepulcral se sentía en el lugar y una atmósfera friamente relajante lo abrazaba.

Él venezolano se relajaba en este lugar, por alguna razón, los lugares espeluznantes le atraían. Buscaba venir aquí siempre que podía.

Los pensamientos de su nueva misión no tardaron en llegar, si era sincero, la misión no era de su agrado. Al enterarse que tendría que ocuparse en persona se sintió intimidado.

Le removió viejos sentimientos.

¿Hacerse pasar por un babyboy para satisfacer a un idiota? Ya había pasado por una experiencia similar antes de entrar a la policía, y hacerlo de nuevo, así sea por trabajo, lo mataba.

─Car'mate chamo... Repítelo, No es China, no es China, no es-! ─al darse cuenta que estaba hablando solo simplemente se dio una cachetada muy fuerte.

Y dejó de pensar en su pasado.

Se concentro en el ahora, donde muchas personas dependían de que ese patán cayera y se pudriera en la cárcel.

>>Te vere caer, mardito<<

Su vista viajó a su reloj de mano... Ummmh, Ya se tenía que ir.

Fue a la oficina de su jefe a buscar más información del caso y dejó el lugar en su eterno silencio.

Fue a la oficina de su jefe a buscar más información del caso y dejó el lugar en su eterno silencio

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─Venezuela, vienes 5 segundos tarde ─la mirada penetrante de su jefe se fijo sobre él.

Coñoe'lamadre, si le asustaba cuando lo miraba de esa manera.

─Discúlpeme jefe, estoy listo para la misión.

─Perfecto entonces ─su mirada cambio a una más relajada─, sígueme.

Ambos caminaron hacia un cuarto donde todos los implementos necesarios para la misión estaban.

Allí, los esperaba FBI, el segundo al mando, amigo del venezolano y el peor es nada de ONU.

─¡Mi bebito! ─corrió en dirección al venezolano y lo abrazó fuertemente─, no se si alegrarme de que vengas o preocuparme...

Una mueca de tristeza se dibujo en su rostro, y ONU tosio falsamente.

─FBI, deja las cursilería de lado, necesito que le des a Venezuela los elementos necesarios para su misión de espionaje.

FBI miró a ONU y luego a Venezuela, un sentimiento de tristeza se instaló en su corazón. Pero decidió hablar con ONU luego.

─Ven corazón, vamos a darte lo que necesitas.

Tomo la mano del venezolano y lo llevo hacia algunos estantes.

─Para tu misión, vas a necesitar algunas cosas ─comenzo a ver con detenimiento los estantes─. Te voy a dar este traje erótico.

Venezuela al escuchar que iba a usar eso su rostro serio se sonrojo a mil, no tenía muchas ganas de ponerse eso.

─La ropa tiene un micrófono casi indetectable, los cables están sujetos en él, por lo tanto deberás... Hacer lo que vayas a hacer con esto puesto.

─Fifi ─de cariño lo llamaba así─, no me voy a prostituir, eso va en contra de mis derechos como individuo.

─Lo digo por si acaso, nunca se sabe que puede pasar ─se quedo mirando al suelo─. Esto es un pequeño labial, hay tranquilizantes en el, tan potentes como poner a dormir a un hombre de 60kg a dormir unas horas.

─Genial.

La agencia y el país siguieron hablando un par de minutos, el primero dándole los implementos necesarios y el segundo preguntándose si de verdad sólo va a ser un bailarín exótico.

La agencia y el país siguieron hablando un par de minutos, el primero dándole los implementos necesarios y el segundo preguntándose si de verdad sólo va a ser un bailarín exótico

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Horas más tarde, ya era hora de partir hacia el prostíbulo donde se llevara acabo la misión, el venezolano tenía una sensación rara en la boca y en el estómago. Miedo, como lo llamaríamos nosotros.

Una patrulla lo fue a recoger. Venezuela tenía una cámara oculta en su traje extravagante, así todo lo que viera lo verían sus superiores; también para garantizar su seguridad.

Sin más, volteo a ver a FBI y a ONU, la agencia lo veía algo asustado pero intentaba disimularlo, mientras que la organización lo veía con su mirada neutral, pero que transmitía apoyo.

Miro al frente, y con la cabeza en alto, se subió y cerró la puerta.

¿Qué destino le aguarda? Se preguntaba el sin parar, mientras veía por la ventana como el centro policial se hacía más y más pequeño.

Por otro lado FBI lloraba mientras veía la patrulla irse. ONU lo miro.

─¿A ti que demonios te sucede? ─le miro detalladamente─, ¿Porque lloras?

─Amor, Venezuela corre peligro en manos de México.

ONU lo miro irritado, pero luego suavizó su mirar.

─Querido, Venezuela es un policía muy preparado ─le acaricio el rostro─, es valiente y muy listo, además está ayudando a atrapar a alguien muy malo.

─¿Prometes que no le va a pasar nada malo?

─Amor, sabes que eso no lo pue-.

─¡PROMETELO ONU!

El de alas lo miro sorprendido, jamás había visto a FBI así.

─... Haré todo lo que esté en mis manos.

Ambos se miraron a los ojos, un sentimiento de amor combinado con la tristeza se hizo presente.

Poco a poco se acercaron, y ONU tomó el rostro del agente para besarlo.

En verdad, ambos esperaban que todo saliera bien.

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Zoi un genio (¿

𝙏𝙚 𝙑𝙚𝙧𝙚 𝘾𝙖𝙚𝙧 ⇢ 𝘔𝘦𝘹𝘝𝘦𝘯𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora