No llevo traje ni la máscara de V de Vendetta como Anonimous. Me desenvuelvo bien con la informática y, lejos de entrar en la Deep Web por curiosidad, quería constatar qué verdades hay tras los rumores de la Internet Profunda. Había escuchado multitud de leyendas urbanas antes de decidir investigar sobre este submundo: ¿grupos de caníbales?, ¿tráfico de órganos, ¿vídeos snuff?, ¿asesinos a sueldo?, ¿venta de drogas y armas? Sí, sí, sí, sí y sí. Me crucé con todo ello, y para el pesar de la humanidad, esto solo era una pincelada de la realidad.
Comienza el viaje
El amparo de la noche es ideal para entrar por primera vez. Me siento como Dante antes de iniciar su camino a las profundidades del averno. Oculto de miradas indeseadas me sitúo en una habitación que utilizaré como centro de operaciones. El silencio es rasgado por el sonido que emite el portátil al encenderse. Tras unos clics, el logo de TOR, una cebolla, se muestra en pantalla, iluminando mi cara. Hago lo que todos recomiendan: iniciar mi visita a la Deep Web con la Hidden Wiki, que como su propio nombre indica, es la Wikipedia del lado oscuro de internet. Y efectivamente, así es. Igual que pasear por un gran centro comercial para delincuentes. Todo organizado por secciones y bien explicado: robos de tarjetas, primera planta; compra de armas ilegales, segunda planta; pornografía infantil, planta baja. Hasta se pueden escuchar jingles comerciales en forma de anuncios.
Parece insólito, pero es verdad. Traficantes, pederastas y otros delincuentes exhiben sus servicios sin temor alguno. ¿Cómo es posible que no se invaliden estas páginas y se detenga a sus promotores? «No hay herramientas legales para bloquearlas. La IP de los usuarios cambia constantemente y, a diferencia de la nube normal, no hay registros sobre los que poder actuar», explica un agente del Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil (GDT), que prefiere mantener su anonimato. El abogado y profesor de Derecho Constitucional Óliver Roales cree que «más que cambiar la legislación actual, hacen falta más recursos» y cuestiona el papel de la Policía cuando se infiltra en los grupos delictivos de la Deep Web al considerar que puede cometer un delito para frenar la comisión de otro: por ejemplo, el compartir fotos de menores desnudos para capturar a un pederasta.
Decido contrastar todo pasando varias noches frente a la luz del portátil, viendo los llamativos escaparates de ese centro comercial antes de adentrarme en alguna tienda. No encontré ningún acto delictivo que no pudiera ser satisfecho.
Empiezo por el de los Servicios Financieros, el primero que me llama la atención. La página DreamWeavers ofrece tarjetas con 2.000 dólares de saldo por 112 dólares (magnéticas) y 145 dólares (con chip). O tarjetas regalo de Amazon con 100 euros de saldo a cambio de abonar una cuarta parte.
El segundo bloque, y este realmente sorprende por su contenido, y no para bien, es el llamado Servicios Comerciales. Si alguna vez me hubiese preguntado cuánto costaba asesinar a una persona, acababa de obtener la respuesta: 45.000 dólares por una muerte normal, 60.000 por una desaparición y 75.000 si quisiera hacerlo parecer un accidente. La página parece el sueño de Tony Soprano. ¿Es real?, ¿una estafa?, ¿una trampa del FBI para coger a algún incauto? Ni tengo el dinero, ni la intención de averiguarlo.
A las puertas del Hades
Continúo mi recorrido por esta sección y descubro CStore, una web que vende a mitad de precio móviles, tabletas, videoconsolas y portátiles de alta gama comprados con tarjetas falsas. Aquí, para evitar la estafa, existe el llamado escrow, una suerte de intermediario que no paga al vendedor hasta que el comprador ha recibido el producto. De repente aparece en pantalla el nombre Fixed European Leagues Matches, que trafica con información de partidos de fútbol amañados.
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Deep Web Un Mundo Nuevo
De TodoLa Deep Web para muchos es un lugar muy siniestro, donde se esconden las personas mas tenebrosas de todo internet, pero para otros esto es totalmente lo contrario. Descubre todos los secretos de la Deep Web en esta segunda entrega. * Aviso * Por cie...