En esta vida llena de conflictos y problemas de todo tipo, la meta del romanticismo idealista era encontrar a tu pareja perfecta, el destino que la triple diosa luna había tejido para cada uno, lo que se supone te complementará en el futuro, buscaras en el presente y te hará falta en el pasado.
Pero, al parecer de YoonGi, esas tres entidades sagradas eran unas malditas o no siempre eran acertadas con las parejas destinadas que terminaban uniendo. Y lo afirma con hechos, pues en varias ocasiones en las noticias destacaban lo que resultaba ser el completo tormento en la vida de algunos y que terminaba quebrando todas esas ilusiones de encontrar a tu destino.
Y es que piénsenlo un poco más, no sabes qué clase de cambia formas te va a tocar. Bien la situación puede ser comparada con la ruleta rusa, lo que es un sueño para algunos, para otros termina siendo una cadena que te amarra a una pesadilla.
No sabes quién puede ser, igual y es un viejo de 50 años; la alfa insufrible que nadie soporta de tu edificio; o alguien con una naturaleza completamente incompatible a la tuya; puede que incluso falleciera a los segundos de nacer. Pero podría ser peor aún, terminar enlazado con cualquier abusador o persona carente de valores que termine jodiéndote la vida.
Y a YoonGi le asusta, no quiere que ese sea su destino, pero le atemoriza aún más el poder encontrar al cambia formas de quien también se enamore y que al final lo termine rechazando por ser un beta, porque nadie quiere terminar emparejado con uno, a menos que por supuesto también lo seas.
Aunque realmente debes de tener mala suerte para que te toque, pues los betas son menos de la mitad de la población de los alfas, y los omegas son un poco más que éstos últimos, pero aun así ha pasado. Ese ha de ser el miedo de algunos omegas y alfas.
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Proof it - |YM|
FanfictionYoonGi podía sentir perfectamente el exquisito olor por toda la oficina desde el instante en el que entró por la puerta de roble. Se quedó pasmado y estaba seguro de que su alma se escapó junto con el suspiro que salió desde lo profundo de su pecho...