Serpiente (Dendroaspis polylepis)
Lo había encontrado, y no era un maldito asaltante o cualquier otra mierda con la que siempre se atormentó.
Frente a él estaba un hermoso omega, y arquitecto, con aroma ligero a mandarinas acompañado de un tono de gardenias. La rica fragancia del fruto se asentaba en la nariz del azabache, a pesar de su jerarquía y animal interno, pues no tuvo que lamer sus labios para captar las hormonas. YoonGi en toda su vida, jamás pudo distinguir dos aromas en una persona, y menos tan marcados. Seguro que estaba soñando, esa clase de cosas no le pasaban a él.
Y por un momento, en medio de todos sus pensamientos, en serio deseo que fuera un sueño, pues el omega le hablaba y él no había escuchado ni una sola palabra. Por la Diosa, no podía hacer el ridículo ahora.
—Oh, buenos días, mi nombre es Min YoonGi. —Se presentó con una reverencia que bien pudo haber sido demasiado. Pero es que, en ese instante, si Park JiMin se lo pedía, él se inclinaría hasta que su frente tocara el piso, y su serpiente estaba completamente de acuerdo con eso.
Rezaba para que los nervios no le delataran y que no se notará perdido por un momento. Sentía sus orejas ardiendo por la pena, pero al parecer su saludo era lo que se esperaba cuando el hombre le invitó a sentarse frente a su escritorio.
Ahora el beta le debía a la diosa una enorme disculpa por todas las dudas respecto a los destinados, aunque eran causadas por el miedo al rechazo. Definitivamente no quería que la pesadilla se volviera realidad, mínimo sin intentarlo.
Pasaron minutos en los que grabó en su mente la voz y las hermosas facciones de su próximo jefe. Trataba lo más que podía de no ser tan obvio para no incomodar al de cabello platinado, y sobre todo para mantener a su serpiente a raya, pues este le exigía mínimo coquetear para demostrar su interés en el omega.
Tenía tantas ganas de saborear los aromas, porque sabía que, si ahora ya eran intensos, todo eso se incrementaría en cuanto sacara aunque sea la punta de su lengua. Y era tan difícil no hacerlo cuando ya le era costumbre, pero debía concentrarse lo mejor posible para que ese puesto de trabajo fuera suyo. A la mierda todos los planes que había pensado, tenía que ser el asistente de Park JiMin a como dé lugar.
Además, si perdía el puesto de trabajo no tenía idea de cómo se acercaría al omega. Y gracias a eso último hizo que sus instintos se calmaran, las exigencias de su reptil bajaron en cuanto reflexionó sobre la importancia de la entrevista.
—Por lo que nos dice, tengo entendido que en su anterior trabajo estuvo casi cinco años en ese despacho. —YoonGi por un momento había olvidado que la señorita Choi HaNeul estaba ahí—. Me podría decir ¿a qué se debe la decisión de buscar otro trabajo?.
—Sí. —Carraspeo un poco antes de continuar con lo que ya había dicho en anteriores entrevistas, si bien no era mentira, tampoco fue la razón exacta de su salida—. Debido a la jubilación del arquitecto Kang MinHyuk dejó a su hijo a cargo, aunque de vez en cuando iba a supervisar, nuestro nuevo jefe no ha estado pasando por una buena racha y ha tenido que hacer recorte de personal.
Después de su respuesta a más preguntas que le hizo la señorita Choi, se sentía más relajado, sabía que su presentación era buena por los resultados que ya había tenido con anterioridad en demás despachos, pero el omega que estaba enfrente suyo aparentaba muy bien cualquier estado de ánimo, ni un gesto que le dejara entrever si la entrevista iba bien para YoonGi y eso dejaba a su serpiente sólo con dudas. Sentía la impaciencia venir desde el fondo de su cuerpo y cómo se envolvía en cada escama de su reptil.
—La verdad, arquitecto Min, es el mejor candidato que hemos entrevistado hasta ahora. —El peliplata revisaba su portafolio electrónico mientras hablaba—. Sólo tengo una cuestión. ¿Por qué alguien con su trayectoria quiere trabajar como asistente?
Mientras el omega le hacía la pregunta su mirada se levantó hasta chocar con la del beta de manera desafiante, mientras el azabache seguía en una constante lucha interna. Esos ojos eran hermosos.
—Los objetivos y proyectos de su despacho los veo más afines a lo que busco, arquitecto. El puesto de trabajo lo podría desempeñar sin ningún problema, al mismo tiempo que podría contribuir con mi experiencia de manera diferente a alguien que no se dedique al diseño, y por supuesto también retroalimentarme con su manera de trabajo.
—Sí, podría hacer mayor cantidad de aportes, pero el salario que tiene actualmente está por encima al que se ofrece por el puesto. Puedo subir un poco más la oferta y con su desempeño iremos viendo, pero es algo que debería tener en cuenta.
—Estoy consciente de eso y no me representa ningún problema. —Okay, tal vez tendría que limitar un poco su cartera, pero con cada segundo que miraba ese par de ojos plateados bastaba para que lo intentara.
Los segundos en silencio que siguieron fueron ensordecedores, y con eso YoonGi ya comenzaba a pensar en qué tan prudente sería invitar a salir al omega que le acaba de negar un puesto de trabajo.
—¿Cuándo podría presentarse? —En ese momento estaba procesando muchas cosas en su cabeza. El registrar que al parecer le habían dado el puesto y tenía que dar una respuesta, además de que tal vez sería más difícil conquistar al omega si éste era su jefe. Justo estaba dudando en si de verdad debería conseguir el trabajo, pero su boca habló antes.
—Si tengo el puesto, mañana presentaré mi renuncia, por lo que estaría libre en dos días.
—Bien, se puede presentar, en el horario que le comentó la señorita Choi, aquí en mi oficina.
Prácticamente sintió su corazón revolotear, su alma aliviarse y mientras, su serpiente estaba un poco satisfecha con los resultados. Sólo un poco porque sentía los reproches por tardar tanto en acercarse de una manera más íntima a su destino, de cortejarlo de inmediato. Pero por la Diosa, no estaban en un antro.
—Muchas gracias, arquitecto Park.
Queriendo complacerse un poco, se inclinó para tomar la mano de JiMin en forma de despido. Sólo necesitaba algo que le confirmara todo.
Y aunque fuera sólo el primer contacto, YoonGi no puede describir cómo se sintió rodear esa pequeña y cálida mano entre la suya. Dejó de sentir frío.
Pero, aunque para él fuera el descubrimiento más importante de su vida, al tener que soltar la mano del omega, sólo le surgieron más dudas. De JiMin no obtuvo la mínima señal de que supiera lo que había sucedido. Pues para el platinado no parecía ser nada, su pareja destinada seguía sin captar el más mínimo olor o conexión con él.
¿Qué estaba pasando?

ESTÁS LEYENDO
Proof it - |YM|
FanfictionYoonGi podía sentir perfectamente el exquisito olor por toda la oficina desde el instante en el que entró por la puerta de roble. Se quedó pasmado y estaba seguro de que su alma se escapó junto con el suspiro que salió desde lo profundo de su pecho...