1: Welcome, Jungkook

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— ¡Ah! Sí, más fuerte, ¡más fuerte!

"Maldita imbécil, cállate. Odio tu voz".

— ¿Quieres más? ¿Eh? Ruega por mí.

— Taehyung, por favor...

— Kim para ti, princesa.

— Oye, Tae, me olvidé- ¡La puta madre!

Ambos voltearon a la puerta de la habitación del morocho, y vieron a su rubio y pequeño mejor amigo tapándose los ojos con sus diminutas manos, completamente rojo y avergonzado.

— Jimin... hay algo llamado tocar la puerta.

— ¡No me dijiste que ibas a traer a alguien! — exclamó, aún con sus ojos tapados — Mierda, Taehyung, solo quería buscar mi carpeta.

— Búscala entonces — respondió con los ojos en blanco —.

— ¡Tápate al menos! ¡Estoy viendo tu culo!

Sin muchas ganas, tomó la sábana y se tapó, volteando a ver a Yumi y notando que estaba más que avergonzada.

— ¡Agghh! ¿Dónde está?

— ¿Podrías apurarte? Estoy en medio de algo.

— Tae, está bien, podemos seguir otro día-

— Kim para ti — le dijo con una expresión algo molesta —.

Ella agachó la cabeza un poco, y sus mejillas se colorearon de un rojo intenso por el tono que el chico había usado con ella.

— Aquí está — escuchó a su mejor amigo decir, y giró para verlo — Pueden seguir ahora, yo me largo de aquí.

— Nadie te quería de igual forma.

— ¡Suerte en que se levante de nuevo!

Jimin cerró la puerta de la habitación, y ambos chicos se sumieron en un incómodo silencio. Yumi miró su ropa a lo lejos, lentamente se paró de la cama, y caminó hacia ella.

— Creo que deberíamos dejarlo aquí.

— Como quieras — respondió él —.

Se sintió un poco triste al notar su desinterés por su partida, pero así era Kim Taehyung. Sus amigas se lo decían constantemente, pero ella no quería escucharlas. Prefería sentirse bien momentáneamente con él, aunque a la noche los sentimientos surjan del fondo y la lastimen.

Terminó de vestirse y lo miró, notando que estaba sumido en su celular y que no iba a tener intención alguna de acompañarla abajo o de siquiera saludarla.

— Um, yo me voy — dijo para llamar su atención —.

— Lo noté. Suerte.

Abrió la boca para decir algo más, pero prefirió simplemente salir de la casa del morocho, conteniendo las lágrimas que estaban por escapar de sus ojos. Al salir de la casa, vio a Jimin desde lejos, pero prefirió darse media vuelta y seguir con su camino a toparse con él luego de la embarazosa escena que acababa de pasar, y más si ella estaba conteniendo con todas sus fuerzas el llanto amenazante por sus emociones.

Pero el mejor amigo de aquel chico que estaba lastimando el corazón de Yumi se dio cuenta de eso, y concluyó que Taehyung lo había hecho de nuevo.

Kim aún sin salir de su cuarto, suspiró y se recostó en la cama decidido a terminar el trabajo que Yumi dejó pendiente. Estaba teniendo una buena tarde de sexo y no era la primera vez que su mejor amigo interrumpía sus sesiones terapéuticas con alguna chica, así que estaba de más descontento y no creía que iba a ser fácil que se le volviera a levantar.

Rotos [TAEKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora