Capítulo 29.

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9.56am

Maldito dolor de cabeza, me está matando y no me ha dejado dormir en toda la noche... Palpé a ambos lados de la cama intentando encontrar a Niall y abrazarle porque aparte del dolor de cabeza, tenia algo de frio, pero no estaba, y yo estaba en medio de la cama. Suspire y cerre mis ojos unos segundos hasta que escuché un ruido, era la puerta de la habitacion. Mire al frente pero no habia nadie, entonces agaché un poco mas la mirada y me encontré con Maddy.

"Mamaaaaa." Fue corriendo abrazandome y se puso a hablar conmigo. Me pregunto por su papa la abrace y le dije que seguramenteestaria abajo.

Pocos minutos despues bajamos al salon. En la casa no se escuchaba ruido alguno aparte de mis pasos y los de Maddy. Niall no estaba ni en el salón ni en la cocina y eso me daba que pensar... O estaba con la media neurona de Rebecca... ¡Oh no! ¡No podia haber hecho eso!

Narra Niall.

Estaba dispuesto a enfrentar a ese imbecil. ¿Que pretendia? Alejar a ______ de mi? ¿Perderla por segunda vez? No no no.

Me levanté a las 8.00am, ______ dormia placidamente y Maddy estaba en su habitacion, tambien dormidita. Bajé me tome un café, me vesti rapidamente por si acaso alguna despertaba, me lavé la cara y los dientes y me peiné. Cogí el coche y me dirigi muy seguro a esa "bendita" empresa -pensé ironicamente-.

"Buenos dias, vengo buscando a Edward Halls..." Dije siendo directo en recepcion mirando a esa señora de unos treinta y pico de años, rubia, alta y de ojos verdes.

"¿Me puede decir su nombre señor?"

"Niall Horan." Dije muy serio esperando a que la mujer dijera algo.

"Lo siento señor Horan pero el señor Halls está atentiendo a un cliente muy importante y no podrá atenderlo."

"Lo siento yo más pero no voy a esperar ni un segundo." Me aleje rapidamente yendo a la oficina de ese señor. No me cansé en perder más de mi valioso tiempo y entré rapidamente a la oficina. "Buenos dias, para quien los tenga."

En la oficina habia dos señores, uno algo mas alto que yo, moreno que vestia un traje de chaqueta muy elegante. Otro sentado en frente de este, vestido casi igual, era mas mayor, tendria unos cuarenta años mas o menos.

"Gracias, y si, los tengo." Dijo algo sarcástico. "Lamento que usted no los tenga, pero eso no le manda a entrar asi en mi oficina. Salga imediatamente."

"Se equivoca señor, si que tengo derecho de entrar asi o como a mi me de la gana. Usted es el que no tiene ningun derecho de ir detras de mi mujer daandandole flores ni nada. Y mucho menos sabiendo que tambien tiene una hija. ¿A que se dedica? ¿A ir detras de todas sus modelos sin importarles si esta casada, tiene novio o tiene hijos? No confunda, esto es una agencia de modelos, sin privacidad, las modelos pueden tener su vida no la que usted decida, esto no es un puticlub. Si se tira a todas las modelos que quiere, eso con la mia no va a pasar." Le miré fijamente muy serio y cabreado.

El otro señor se quedo pasmado con las palabras que salieron de mi boca.

"Yo... Mejor me voy, hablamos mas tarde señor Halls." Dijo el señor sin saber como reaccionar.

"No, espere. Usted está de testigo y estoy seguro de que usted no es como... este."

El tal Edward me miraba cabreado, muy cabreado con su mirada clavada en la mia.

"Vayase si no quiere que llame a seguridad. ¡Usted no puede inventar tales calumnias sobre mi! ¿¡Se esta dando cuenta de con quien está hablando!?"

"¡Si! ¡Con un mujeriego que se las tira a todas y se dedica a mandar flores por la noche a cualquiera que se le da la gana! Escuchame bien imbecil..." -me acerqué a el cogiendole por el cuello de la camisa. "Si vuelves a acercarte a ______ mas de lo debido o le haces algo, juro que me las pagas. Y tengo un testigo."

La hija perdida (Niall y ____) || *editando* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora