tras su sombra // draco malfoy¹ [en edición]

twenty

｡☆✼★━━━━━━━━━━━━★✼☆｡

Después del gran espectáculo que me mande en el gran comedor me dirigí a clases Pociones.

-¡Lizzie espérame! — escuche como gritaba Daphne a lo que yo frené de golpe — Joder, desde cuando caminas más rápido que yo — dijo a lo que me encogí de hombros.

Al entrar a clases vimos cómo todos los asientos estaban ocupados y solo quedaban dos, uno donde Blaise y el otro donde Hermione Granger.

-Lo siento pero yo me iré con Blaise — dijo Daphne corriendo antes de que yo llegara.

-Mierda, no me pienso sentar con esa sangre sucia — dije en un murmuro. Empecé a mirar toda la sala hasta que vi a Draco sentado con una chica y me acerqué.

No debería acércame pero lo estaba haciendo, hasta que tome consciencia.

Me trague todo mi orgullo y me senté al lado de Hermione Granger.

-Elizabeth — dijo ella pero yo simplemente la ignoré.

Detrás estaba Harry y Ron, escuchaba todas las idioteces que estaban hablando.

Llegue a un punto en el que no aguantaba sus malditas voces chillonas.

Me di vuelta y lo enfrente.

-¡Se pueden callar! — grite y ella solo me miro y se calló.

-Gracias — termine de decir.

Estaba sacando mis cosas, cuando veo a Ginny parado a mi lado mirándome como una estupida.

-¿Que? se te perdió algo? — pregunté sarcástica y ella rio.

-Elizabeth estás en mi maldito lugar — dijo ella pero yo solo reí.

-No sabía que los puestos de clases tenían nombres — empecé a buscar su nombre en la silla de forma irónica.

-Que triste Ginevra, no veo tu nombre — dije sarcástica — Quien mierda pondría su nombre en la silla — dijo ella. Yo solo podía sentir como la ira empezaba a irradiar.

-Alguien que realmente se quiere sentar acá — mire a Daphne y Pansy, ellas solo negaban con la cabeza de que no lo hiciera.

Pero ya era tarde. Llevaba cabreada con Ginny desde ayer y le tengo muchísima rabia, este era mi momento.

-Nadie pone su maldito nombre — volvió a decir molesta — Si, si lo hacen, que tu no lo hagas es otra cosa — dije dándole  una sonrisa sarcástica.

-Ahora córrete de mi maldita vista — dije pero ella solo se mantuvo aún más firme — No me pienso correr, que harás al respecto? — dijo a lo que yo me quedé callada.

Mentalmente me estaba riendo de una manera. Se nota que Ginevra nunca llego a conocerme bien.

-¿Que no me escuchaste?, o me dirás ahora que estás sorda? — dijo a lo que la miré con simpleza.