Capítulo 2. 00:00:10

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Ray pensaba en lo que había dicho Will. Imaginaba un posible lugar en el que no les faltara la comida ni el agua. Donde no tuviera que estar una hora esperando inútilmente a que pasara un pájaro sabiendo que ya apenas había. Mientras navegaba en sus ensoñaciones, la realidad era bien distinta. Se encontraba en Bosque Negro, situado tras el polígono de la ciudad. Los habitantes de la ciudad lo llamaban así por el color de los árboles, que habían quedado casi todos ennegrecidos y carbonizados tras la guerra. Algunos de ellos tenían protuberancias extrañas provocadas por explosiones dentro del propio tronco, como si hubiera estado borboteando. El suelo no era mucho mejor, color cenizo y, por supuesto, infértil.

Escuchó el crujido de una rama a unos metros detrás de él. Tensó el arco, despacio para no hacer ruido. Vio un pelaje blanquecino asomar a lo lejos. ¿Era un lobo? ¿Un perro quizá? Hacía años que no encontraba animales tan grandes en aquellas inmediaciones, pero quizá estos estuvieran emigrando en esa dirección al no encontrar comida en otro lugar. Respiró hondo y soltó la flecha. Justo cuando la flecha iba a dar en el blanco, la presa pareció esconderse, librándose por poco.

- Mierda.

Volvió a coger otra flecha.

- ¡PARAAAAAAAAAA! - escuchó.

- ¿Hola?

- ¡ME VAS A CONVERTIR EN BROCHETAAA! ¡PARAAAAAAAA!

Ray se echó a reír. William aparecía dudoso por la colina.

- ¡ERES IMBÉCIL!

- Yo estaba cazando y vas tú y apareces sin más - se excusó Ray.

Cuando William llegó a su altura, tenía los ojos muy abiertos, aún sorprendido por su casi cacería.

- ¿Qué haces cazando ahora? -preguntó el rubio. - Dentro de poco caerá el sol.

- Ya... Necesitaba despejarme.

William lo miró con una media sonrisa.

- Ey, sabes que puedes contar conmigo, ¿qué te pasa?

- Nada.

- Te conozco como si te hubiera parido - rio Will. - Venga, dímelo. Seguro que así te sentirás un poco mejor. Llevas mucho tiempo distraído, como triste. Algo te ocurre, especialmente cuando Drake está cerca.

- Sabes que no lo aguanto.

- ¿Por qué? Nunca lo he terminado de entender. Decidió hacer su vida por separado, ¿y qué?

- Esa falsa humildad que tiene... la odio. Se cree un héroe por traer unas pocas latas de vez en cuando. No lo entiendo, no ha salvado a nadie, pero la gente lo adora. Y lo peor es que va de modesto, me revienta su actitud. Es amable con todos menos conmigo.

- Quizá eso sea recíproco - dijo sarcástico el chico. - Tú no eres muy agradable con él que digamos.

- Aunque quisiera no podría, no me sale.

- Bueno... Creo que deberías intentar eliminar ese odio que no sé de dónde te viene, no sé si es por envidia o por decepción, puede que ambas, pero en cualquier caso solo te está jodiendo a ti. Mírate, estás aquí enfadado mientras él seguro que está pasándolo bien en algún local. Deberías hacer lo mismo y disfrutar de lo que la vida pueda ofrecerte, no te comas la cabeza por los demás. Venga, vamos.

- ¿A dónde?

- Nos vamos de fiesta - sonrió William. - Vamos a ponernos guapos y a cogernos un buen pedo. Tengo algún dinero ahorrado, podemos tomarnos unas copas.

Ray finalmente accedió a la propuesta de su amigo. Era realmente afortunado de tener a alguien como William a su lado. Nunca lo había juzgado, simplemente se limitaba a ser su amigo, incondicionalmente. Más de una vez lo había defendido en lo indefendible, aun sabiendo ambos que Ray la había fastidiado. Y eso para Ray era motivo de eterna gratitud por su parte.

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⏰ Última actualización: Feb 14, 2021 ⏰

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