«Requiém»

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«No se ha donde van las personas que mueren de forma trágica o que se quitan la vida,la ciencia me enseñó que cuando mueres todo termina,más mi madre y abuela quienes me criaron eran creyentes y arraigaron en mi la semilla de la fe,según ellas los suicidas no tienen permitida la entrada al cielo,e incluso les es negada la conclusión rotunda de el infierno.
Su destino irremediable es el limbo.
Un lugar gris y solitario en el que no hay ayer ni mañana.
El suicida queda condenado a ser un alma en pena para la eternidad,vagando para siempre en sufrimiento sin siquiera poder reconocerse a sí mismo,pero yo considero que no es algo justo.

Que un Dios de justicia y de amor jamas haría eso con un hijo suyo,pues si se quitó la vida,el preciado regalo que se le dio,es por que sufría demasiado como para soportarlo.

¿Y condenarlo a sufrir por desertar? ¿Por decidir no sufrir mas?
Se supone que mi condición de mujer de ciencia no me permite creer en cosas que la ciencia no puede explicar,incluida la religión,la fe y esas cosas pero me resisto a creer que la muerte es el final.

Mi nombre es Roxanne Tyler y yo les contare el final de la vida de mi paciente,Raphaelo Andreotti.

El loco,el monstruo...si lo quieren llamar así.

Yo solo lo llamaré,el paciente enfermo de quién intenté encargarme,al que intenté curar, hasta el final...

Aquel día recibí un llamado por parte de Stevenson el cual ignore,después uno de Steffen y de ultimo uno de Henry McGregor el cual tuve que atender sin rechistar por ser el jefe de mayor rango en el hospital.
Estaba corriendo y ejercitandome en el parque cuando conteste.

-¿Bueno?

-Roxy no quisiera molestarte en tu día libre,pero es necesario que vengas al hospital,tu paciente,Andreotti tuvo una crisis ayer por la noche que te fuiste y hoy a amanecido mudo,como sonámbulo.
No habla,no canta como cuando le dan las crisis,está inexpresivo,ido,tal vez si vienes a verlo se calme un poco y regrese a seguir cooperando con su tratamiento.Parece un zombi, Roxy y pues...como he visto que es un paciente que te preocupa...no sé si quieras venir a verle.Podeis negarte,ya sabes,le controlare con Valium si quieres.

«No quiero verle,necesito descanzar de el,hoy no quiero verle»

No quería ir a verle,me enfermaba la mente el corazón me descolocaba por completo,seguramente porque me rehusaba a creer que alguien como el pudiera ser un rematado loco sin remedio.
Me llenaba de impotencia,aquella locura impenetrable,aquel lugar de su mente en el que se torturaba a si mismo y no me dejaba entrar a ayudarle.

-Es lo que quería decirte Henry,quiero que me retires al paciente.
Ya no quiero atenderlo mas.

-¿Ya haz terminado tu libro?

-Si

Menti,para ese punto el libro ya no me portaba en lo absoluto.
Mi único deseo era entrar en su mente y sacarlo de ahí,rescatarlo de si mismo.Pero no lo había conseguido ni con hipnosis.
Ya había probado todo con el,incluso autorice el electroshock.

Cosa de la que termine arrepentida y llena de culpa.
Al verlo bañado de sudor,con el cabello pegado a la frente e inconsciente sobre la camilla.

Temí que no lo hubiera soportado.

Me provocó tanto dolor verlo así...tan frágil,tan abatido.

No podía seguir atendiendo lo más,me había involucrado demasiado y aquello hacia que mi salud mental pendiera de un hilo.

-Ya no necesito romperme la cabeza con ese tipo.

Contesté de modo despectivo.

No era mi intención sonar así,pero así fue presisamente como me escuche.

Raphaelo,el monstruo de la sonrisa dulce®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora