Sonrisa

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Sarah iba a continuar la historia cuando el tráfico volvió a moverse así que fue interrumpida por una fuerte aceleración de su esposo que aprovecho para entrar en la autopista y seguir el camino

Ella lo miro molesta un momento para después girarse hacia su ventana y hacer un puchero

-- Que? - Pregunto él, que estaba escuchando el cuento

-- Nada... - Dijo ella en un susurro

-- Estabas en la mejor parte - intento de nuevo

-- Estaba...

-- Y gustas seguir por favor? - Pregunto algo preocupado

-- No se, quieres que siga?

Pasaron unos momentos en silencio hasta que él soltó un suspiro y continuo

-- Ok, niños? Quieren escuchar cómo fue la primera ves que Neylo salvó a la princesa feliz y la hizo reír a carcajadas?

-- Si!!! - Dijeron a la ves y antes de que su esposa pudiera abalanzarse contra el hombre siguió:

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-- Neyli! - Dijo ella acercándose y tomando su mano para sacarlo del edificio. - Cuanto tiempo, no?

-- Ammm,, si. Más o menos dos semanas?

Estaba a centimetros de ella y podía sentir su aroma, aún que ya estaba contaminado con el olor de la ciudad y una pequeña capa de sudor podía sentir una fragancia suave a lavanda y pino. Cómo si el bosque viajará con la chica.

La siguió afuera del edificio y pregunto

-- A dónde llevas mi humanidad?

-- Silencio - Respondió ella a secas, aún estando cerca de los gorilas que custodiaban la entrada del hotel. Avanzó un poco más dentro de la Alameda Central y cuando estubo fuera de su rango de visión lo soltó para hablar - Solo quería decirte que Ney se quedó en mi casa hoy

-- Que? Ah, si. Eso - Dijo tartamudeando - Lo supuse, no llegó anoche

Ella lo miro unos momentos y se cruzó de brazos antes de volver a hablar

-- También llegó muy herido, incluso tenia una bala en la pata! - El retrocedió ante su expresión de enojo levantando levemente las manos como si quisiera rendirse pero noto como a ella le temblaba el labio llena de angustia, realmente quería respuestas

-- Si, bueno ... Es un perro muy grande y se confunde con un lobo, quizá alguien se asustó y le disparo

Lo miro impaciente por la aparente calma con la que el trato lo sucedido a su mascota. Comenzó a golpear con su dedo uno de sus brazos, una señal que él ya conocía

-- Mira, se que no confías en mí

-- En absoluto - Interrumpió ella

-- Y que seguro deseas que sufra todos los castigos de este infierno y el siguiente

-- Que?... Espera, yo no quiero eso... - Relajo su expresión y termino de decirlo con una voz más suave

-- Pues yo tampoco pero quiero agradecerte por cuidar de mi ... Perro. He sido un descuidado estos días y abusado de tu hospitalidad. Dejame compensarlo

-- Como?

Él se limito a señalar la alameda como una invitación y le sonrió. Aún que solo quería agradecerle por todo lo que había echo, realmente había un aura misteriosa que rodeaba a la chica que él quería descubrir. No podía evitar recordar las palabras que le había dicho el día anterior

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