Miedo Parte 2

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-- ¿Era Baloo? -- Interrumpió el pequeño Obsidian buscando el rostro de su madre

-- ¡Shhhh! - se quejo jade que ya estaba acurrucada en el asiento de su padre sumida completamente en la historia

-- ¡Pero si es Baloo, el padre de Sarah! ¿Así conoció a Lobo-del-viento?

-- Si y la verdad hubo muy mala impresión de ambas partes al inicio pero aprendieron a cooperar... Posteriormente

Sarah aprovecho para aclarar su garganta pues llevaba un rato hablando, parecía que esa pelea había ocurrido en otra vida pero lo cierto es que solo fue hace 5 años, quizá mas.

Busco agua en alguna parte del auto pero no consiguió encontrar nada, al parecer había olvidado empacar algunas cosas con las prisas de salir temprano en la mañana. Tomo su celular y mando un mensaje rápido a su esposo pidiéndole que trajera bebidas para toda la familia justo cuando había salido del minisuper, lo vio entrar de nuevo evidentemente molesto y le pidió disculpas desde su asiento juntando ambas manos

-- ¿Entonces Mamá, que paso después. Que hizo Lobo-del-viento para reconciliarse? - Insistió Jade a su madre

-- Él, la verdad no sé que estaba pensando en ese momento pero lo que ocurría a la Princesa Feliz era más interesante. De echo esta parte de la historia no la sabe su padre así que no le digan

-- ¡Si! - Dijeron ambos alzando  sus manos entusiasmados

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Sarah permaneció con los ojos cerrados mientras era transportada por el Oso hacia otra parte. Podía sentir como subían, bajaban, daban saltos y en ocasiones corrían de algo extraño y peligroso

Su herida había comenzado a sanar rápidamente por la magia de su Mentor que era mucho más poderosa que la suya y menos dolorosa también así que sintiéndose segura se dejó llevar en la nada con los ojos cerrados como le indico. Había escuchado de ese lugar, le decían la Umbra, dónde todos los espíritus eran visibles y sólidos. Se podía interactuar con ellos, combatirlos y hasta destruirlos, por desgracia eso incluía a los espíritus buenos como los de la naturaleza o su mentor mismo.

Sabía que las leyes de tiempo y espacio eran diferentes ahí por lo que podrían atravesar una larga distancia en poco tiempo o hacer que varias horas fueran solo minutos ahí. Decidió no darle más vueltas y obedeció a su mentor en las pocas veces que le dirigió la palabra.

Pasaron varios minutos de viaje en la nada dónde solo supo que su herida ya estaba bien, que no dejaron de moverse en ningún momento y que no podía creer lo que acababa de pasar. Ahora parecía un sueño muy lejano y sin sentido dónde un perro hacia de Cupido pare reunirla con la primera cita que había tenido en meses y que había terminado en una balacera contra una mafia Rusa, casi parecía un chiste del cual estaba dispuesta a reír. Comenzó a relajarse en los brazos del gigantesco animal que no le indico nada sobre si podía dormir o no así que sin importarle mucho se acurrucó dejando que todo desapareciera. En algún momento sintió su cabeza recostarse en una almohada y el olor a hierbas característico de su cuarto la embargo, entonces lo supo: estaba en casa 

Paso unos momentos intentando racionalizar si todo lo ocurrido había sido una pesadilla especialmente pintoresca y divertida o quizá una alucinación especialmente fuerte por experimentar con alguna hierba nueva el dia anterior. No sería la primera ves que le ocurría y terminaría riendose al dia siguiente como de costumbre

Pero no, había sido completamente diferente. El dolor fue muy real, también el sentimiento de angustia y la sensación de volar en los brazos de Neylo fue auténtica. Y aún que le costará admitirlo ella no tenía la imaginación suficiente para crear todas las historias que ese tonto chico le había contado.

El Hogar Del VientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora