Poción /Terminada/pausada/

Capítulo 2. La prueba del concilio.

Aisha estaba furiosa con su compañero de prisión Rayan, le dio un puñetazo reclamándole que haya rescatado su manual de hechizos y pociones.

-Si estaba ardiendo en el fuego, ¡es porque yo así lo quería!- Rayan estaba muy sorprendido y Aisha estaba muy molesta con él. -¿¡Por qué tenías que salvarlo?!

-Yo no hice nada...- Respondió Rayan en seco.- Ese libro no se quemó con el fuego, solo lo recogí.

-¿Qué? No... No puede ser...- Aisha estaba con una expresión de desesperación, apretando su cabeza.

-¿Por qué alguien como tu querría destruir ese libro?- Se preguntaba curioso Rayan, no podía entenderlo.

-Tú no tienes ni la más mínima idea de que es poseer este poder.

-Pero quiero saberlo...- Dijo contundente y eso sorprendió a la joven prodigio, que cambio de expresión.

-Pues más te vale que puedas, porque nuestra vida depende de eso.

Rayan sonrió emocionado de lo que le enseñaría, Aisha y el estarían en prisión hasta el amanecer, momento en que tomarían la prueba del concilio, debían por lo tanto conseguir que él, pudiera dominar los elementos naturales de la magia, en cuanto Aisha lo mencionó Rayan se los nombro uno a uno, la magia natural es aquella magia que puede dominar los elementos naturales del fuego, el agua, el viento, tierra y la electricidad, en todos sus estados y formas, Aisha lo felicito por sus conocimientos y cuando él le dijo que era fácil porque todo venia en el libro, ella se sorprendió sin decirle nada, mascullando que ella no sabía que esas cosas venia en el libro, pues nunca en su vida lo había leído, las lecciones se las dio su padre una por una, pensó que estaba de suerte pues el chico las había leído y podían tener una oportunidad, estaba más confiada.

-Esto será sencillo chico libro, debemos impresionar al concilio con tus poderes.- Dijo ella y Rayan se sonrojo al ver a tan hermosa mujer con ese gesto de aprobación. - Debes demostrar que puedes modificar los elementos con tu mana, con un muro de hielo se puede contrarrestar la mayoría de las pruebas que he oído hacen...

-No puedo...-Dijo el cortante.

-No te preocupes, es fácil yo te enseñare...

-No... Es que yo no tengo mana.

-¿Cómo que no tienes mana?

-No tengo mana

-¿Qué? No digas tonterías, mi padre no dijo... Un momento ¿Qué dijo el?- La chica se puso a pensar, sin poder recordar nada. –Demonios ¿Por qué no puedo ponerle atención a ese hombre? Aun así, si tú no tienes mana ¿Por qué serias peligroso?

-Porque aprendí a hacer las pociones.

-¿Pociones? ¿Qué es eso?

-¿No sabes que es una poción?- Le cuestionó incrédulo con una expresión muy marcada.

-No ¿Tendría que saberlo?- Pregunto Aisha con una cara realmente inocente.

-¿¡Como que no sabes?! No se supone que eres una superdotada.

-Soy una superdotada.- Dijo con mucha confianza y de nuevo mascullo en susurros. -No un buen mago.

-Eso no tiene sentido.

-¡Tampoco que tu vayas a hacer un examen sin tener mana!- Reprocho haciendo un puchero que no parecía ir con su cara, lo que no le daba confianza a Rayan, parecía una niña caprichosa y tonta a pesar de su fama e increíble poder.

Él le explico cómo había hecho las pociones, increíblemente ella entendió enseguida y solicito que le permitieran tener su libro con ella para poder prepararlo para la prueba, el celador de inmediato mando el mensaje y le entregaron el libro, Aisha encontró el apartado de pociones mientras Rayan la veía un poco desesperado por la cara que ella ponía de completo aburrimiento, pero su rostro cambio en un momento y lo miro, preguntándole si él había hecho en realidad la poción que le dijo, el respondió con seguridad que sí, ella sonrió y de un salto lo abrazo, el no entendía por qué y se sentía realmente avergonzado, finalmente Aisha le explico la razón, las pociones no se pueden hacer sin impregnar mana, aunque la mayoría de las pociones de control de fuego no requieren mana, las de protección si y el uso una de esas para no quemarse, así que era probable que el tuviera mana, aunque él lo dudaba, pues solo uso los ingrediente creyendo en sí mismo y que deseaba con todo su corazón que esto funcionara.