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En mi alma quedan clavadas las espinas de tu amor, sin importar lo mucho que me dolió, aún sigo guardando en mi cuaderno aquella rosa que me entregaste, que me recuerda lo vivido, un amor intenso, furtivo, pero todo se desvaneció por imprudencia de esa fastidiosa espina que no quiso salir de mi corazón.
Lagunas de lágrimas forman mis ojos cuando en mi habitación te recuerdo, odio extrañarte como lo estoy haciendo, guardo las cartas que con amor un día escribiste. Me repito a mí misma una y mil veces
«Debo olvidar, por mucho que me cueste, pero no puedo vivir con este dolor perenne»
Esta tristeza no quiere cesar, de una vez por todas voy a enterrar todo el sufrimiento y agonía que incrustaste en mí como una astilla invisible, volviéndose angustiosamente perceptible cuando en instantes apareces en mi mente, me has transformado en prisionera de mis emociones, en rehén de mi cuerpo, en ave cautiva de mi sufrimiento. Todo por culpa de las espinas de tu amor, que se niegan a dejar de lastimar a mi indefenso corazón...
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¡¡Hola mis amores!!
En nuestros corazones siempre se quedará una espina clavada de cada historia de amor que vivamos, es inevitable, por mucho que queramos olvidar es imposible arrancarla del corazón...
Gracias por leer, espero que les guste, si así fue, no olviden votar y comentar...
