Maldita sea, en qué momento se me ocurrió escribir sobre ella.
Lo prometo, llevo tres meses sin poder cerrar los ojos y no verla. Sin poder quitarme su mirada de mi mente como si fuera un tatuaje en la memoria...
Ah, y llevo tres meses sin poder dejar de escribir idioteces romanticonas que van a poner en peligro mi identidad de hombre sin sentimientos.Bueno es que no me he presentado...(Qué cabeza la mía joder). Soy Christopher Uckermann.
Licenciado en periodismo en una Universidad a la que asistí dos veces contadas.
Veréis, lo mío es puro talento pero necesitaba un título que demostrara mis capacidades al mundo (o eso decía la orientadora cada vez que amenazaba con dejarlo todo y vivir mi vida).
Igualmente he de confesaros que mi vida no depende de lo que estudié...En absoluto.¿Mi infancia? Pues limitada. Todo hijo de padre importante tiene limitada su vida por no dar mala imagen pero un día me cansé y lo dejé todo por...Joder, otra vez ella.
Me convenció de abrirme al mundo con lo que más me gustaba y aunque a mi no me convencía la idea, entre caricias y besos en mi coche, en su casa, en cualquier motel que pudiésemos pagar...Logró que mi futuro fuera distinto al que mi familia esperaba por herencia.
Creo que ese fue el mejor regalo que me dejó.El instituto para estirados nos daba igual a los dos. Nos saltábamos las clases para hacer lo que hacen dos adolescentes en plena edad...Conocerse más físicamente...Adentrarse en alguien y dejar que la piel y los cuerpos sean los que hablen...
Bueno si soy sincero no fue tan sencillo. Lo que me costó encontrar un lugar romántico que la convenciera para dar el gran paso...
A día de hoy sigo sin entender esa manía de las tías, ¿por qué se creen que cuatro velas y unas flores por el suelo van a cambiar algo? Al final el acto es el mismo...Pero desde que todo pasó, yo me convertí en otra persona.
Pasé de ser Christopher a ser Uckermann el solitario; el alcohólico; el mujeriego.
Siguen pasando por mi cama algunas; otras locas trataron de quedarse, pero al segundo día desistieron.Y no, sé que más de una lo pensará, pero no estoy interesado en volver al mercado.
Demasiadas responsabilidades las de estar con una mujer...Demasiadas heridas sin cerrar todavía.