Lya finalmente se había quedado dormida una vez que se le cayó el celular en la cara, por lo que Yoongi agradeció ese hecho durante todo el tiempo que estuvo Jimin en el lugar, y ahora que el peliceleste se había ido, Yoongi esperaba que la chica despertara para que le diera una buena lección a base de regaños de gato enojado.
Para él, ver a Lya durmiendo era como ver un ángel ya que era una chica muy linda que rara vez tenía una mirada llena de inocencia. Pero bien sabía que era un demonio en persona. Sin embargo; los papeles cambiaban de vez en cuando y uno de esos días era este.
Estaba seguro que si la chica al despertar lo veía, sabría de una que estaba en problemas.
Pero en cambio no fue así cuando horas después ella abrió los ojos levemente por la gran cantidad de lagañas que se le habían metido entre las pestañas, haciendo que sus ojos permanecieran apenas unidos.
La joven se sentó despacio en la blanda y cómoda cama y lo miró seria. Mirada que en tan sólo cuestión de segundos cambió a una de picardía. Lo que no sabía era que esa sonrisa, en ese momento se veía rara en su rostro ya que recién había despertado.
— ¿Jiminie ya se fue?— La chica, juguetona preguntó, claro que lo juguetona se le fue al notar la seriedad exesiva en la cara de su amigo, razón por la que imitó su expresión— ¿Ahora qué hice?
— ¿Por qué de pronto gritaste así?
Lya frunció el ceño, demostrando confusión, y entendió luego al recordar el momento en que perdió su juego.
— Perdí una partida en Mario Bross— fue breve y directa— ¿Por qué? ¿Jimin estaba ahí cuando grité?
Yoongi asintió, luego bufó. Ver a la chica dormir por tanto tiempo le pegó el sueño. No discutiría con ella sobre eso ahora. Se levantó de su silla, –en la que por cierto se mantuvo sentado durante el rato que estuvo esperando que la chica despertara– se recostó al lado de la chica y dejó un brazo sobre su rostro, específicamente donde se encontraban sus ojos.
— ¿Por fin decidiste hacerme caso?— Decidió cambiar de tema, bromeando en un intento de cambiar el ambiente. Cosa que ocasionó que Yoongi le diera la espalda— Dormiré también.
La castaña se acostó y se dio la vuelta hacia el chico, alzando su brazo para abrazarlo, y de paso dejar su pierna en su cintura, a lo que Yoongi gruñó, pero no hizo nada para que la contraria dejara de abrazarlo.
Por lo que Lya aprovechó de apresarlo con más fuerza entre sus brazos.
Literalmente a mi me gusta poner mi pierna en la cintura de mi mamá.
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¿Intentas robar en mi Mercado?
FanfictionUna chica estadounidence, pelicastaña en tono claro y para rematar, una ladrona que le gusta trabajar de esa forma sola sin importarle su enfermedad. Y un chico de vida normal que se atreve a encarar a la chica que intenta robar en su Mercado. Quién...