NO FAULT [PAUSADO]

I

Xiao Zhan se encontraba sentado en un rincón del baño de su pequeño departamento, temblando, desesperado, las lágrimas empapando su rostro sin poder detenerlas.
Unos segundos más y se armó de valor para tomar la pequeña prueba de embarazo que yacía en el lavabo, esperando que el cielo estuviera a su favor.

— Una rayita... — suspiraba un poco aliviado, cerrando sus ojos aunque las lágrimas seguían escapando de ellos.

Cuando volvió a echar un vistazo para cerciorarse del resultado, la sorpresa fue gigantesca

— ¡No puede ser! ¡No puede ser! — Xiao Zhan lloraba incontrolablemente, era la tercera prueba que se realizaba en la semana, ya no había espacio para las dudas, estaba embarazado ¿Pero cómo pudo pasarle? Nunca dejó de tomar sus pastillas anticonceptivas.

Se dejó caer de nueva cuenta en el frío piso de su baño, tomando sus rodillas y abrazándose a sí mismo en posición fetal, llorando desconsoladamente hasta quedarse dormido en ese lugar.

Al despertar de su sueño, la pesadez en su cuerpo era tanta que no quería levantarse, el dolor en su cabeza lo estaba matando pero no tanto como la tristeza y la decepción que sentía en esos momentos. Optó por darse un baño. Mientras el agua recorría su cuerpo se preguntaba

— ¿Cómo se lo diré? ¿Cómo le diré a Yibo que estoy embarazado? — Más lágrimas comenzaban a rodar por su rostro, confundiéndose con el agua — ¿Cómo lo tomará?

Zhan sintió que no podría con todo ese problema solo, sí, problema.

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Wang Yibo y Xiao Zhan se encontraban en su último año de universidad con solo 20 años de edad.

Tenían dos años de estar en una relación, una pareja realmente estable y amorosa, les encantaba consentirse el uno al otro pese a la falta de tiempo, pues ambos tenían un empleo de medio tiempo en una cafetería. Cuando iniciaron su vida sexual siempre se cuidaron, si de algo estaban seguros es de no querer tener hijos, no por ahora, no cuando no habían culminado sus carreras, no cuando no tenían una estabilidad económica y por supuesto, no tan jóvenes; una decisión que compartían desde que se conocieron.

Hubo una ocasión en la que el condón se rompió, quizá fueron muy bruscos, quizá... No lo sabían, solo entonces habían experimentado el miedo a lo que pudiera suceder luego de ese acontecimiento, sin embargo las pruebas no fueron positivas en ese entonces, todo estaba bien. Es a partir de ese momento cuando optaron por cuidarse mejor, los condones ya no eran tan seguros, necesitaban un respaldo, acudieron al médico y este recetó a Zhan pastillas anticonceptivas pero no les advirtió que podían fallar después de un tiempo, dado que la anticoncepción es una tecnología moderna y como todo, presenta fallas y no sería culpa de de nadie.

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Ahora ese miedo se hacía presente, tan real, tan doloroso, tan angustiante.

— Zhan... Ambos tenemos los mismos ideales, estamos en nuestro último año, sería nuestro hijo, sin embargo... No contamos con una estabilidad económica y no sabemos si queremos esto. Cualquier decisión que tomes, será nuestra, sabes que te amo demasiado cariño — Dijo Yibo preocupado, tratando de mantener un tono de voz calmado, mientras abrazaba a Zhan. Había llegado al departamento de este tan pronto como le dio la trágica noticia, sí, trágica.

— No lo quiero, Yibo — soltó Zhan mientras sorbía su nariz que ahora tiene un leve color rojo y trataba de limpiar las lágrimas que se escapan de sus ojitos ya enrojecidos e hinchados de tanto llorar — lo sabes, no estoy listo, quién sabe si un día llegue a estarlo. Nos cuidamos, durante mucho tiempo funcionó ¿Por qué pasa esto ahora?

Yibo se limitó a abrazarlo, consolarlo, él tampoco entendía lo que había sucedido, lloraba junto a Zhan pero debía ser fuerte, fuerte para su novio, pues si este elegía en algún momento cambiar su decisión, lo apoyaría, quería ser padre pero estaba de acuerdo en que era pronto, no podrían brindarle un hogar y mucho menos facilidades económicas, además los cambios los sufriría Zhan, quizá hasta debería dejar sus estudios, no él, por eso lo apoyaba más allá de cualquier deseo que pudiera nacer en él.

— Está bien cariño, así será — Susurraba Yibo limpiando los rastros de lágrimas del rostro de su novio — lo prometo — terminó de decir luego de dejar un cálido beso en su frente.

Ahora debían enfocarse en ir al médico y que éste les dijera los pasos a seguir pues Zhan solo contaba con dos semanas de embarazo.

— No puedo hacerlo, está contra mi ética profesional, mi trabajo es salvar vidas, no quitarlas— dijo el médico con una mirada gélida y un rostro serio ante la petición de la pareja.

— ¡De todas formas no lo tendré! — gritó Zhan ofuscado por la respuesta de un profesional en salud, era el tercero que se negaba con la misma excusa — ¡Vámonos de aquí!— tomando del brazo a su novio salieron casi corriendo de ese lugar, de solo recordarlo le hervía la sangre.

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Holis, gracias por estar aquí, por favor haz el amor y no la guerra. ✌️♥️