Parte 2

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Una semana después de ese encuentro, Harry se encontraba yendo a la biblioteca, en su capa de invisibilidad ya que pasaban de el toque de queda.

Pero al llegar notó que no estaba solo.

— Hola — Dijo al oído de Malfoy, generando un susto en este. El rubio saltó en su asiento y comenzó a girar la cabeza para todos lados para ver de donde provenía la voz, pero no encontró a nadie.

Draco suspiró de alivio al recordar.

— Potter, ¿Qué haces aquí?

Al no recibir respuesta volvió a insistir.

— Se que estás por aquí — Dijo estirando los brazos para todos lados y así poder encontrarlo, pero nada.

Harry se reía silenciosamente esquivando a Draco.

El rubio palideció al no encontrarlo.

— Potter, deja de hacerte el tonto. — Espero unos minutos una respuesta, y nada.

Draco se dió vuelta y sonrió.

Comenzó a hiperventilar y a respirar demasiado fuerte, se tocó el pecho y comenzó a toser, luego se tiró encima de la mesa, se desmayó.

Ahora Harry palideció. Se sacó la capa y se acercó a Draco.

— Ay, no, Draco, despierta — Dijo agarrándole del rostro. Y vió unos ojos tormenta abrirse, lo cautivaron.

El rubio sonrió.

— Sabía que estabas aquí — Dijo feliz.

— Estúpido, me asustaste — Dijo soltando su cara y haciendo que este se caiga a la mesa y se golpee fuertemente.

— Auch, oye, ten más cuidado. — Harry sonrió viendo al rubio sobarse la frente.

— Eso te pasa por asustarme así, con eso no se juega — Dijo frunciendo el ceño — ¿Y que haces aquí?

— Vengo aquí cuando no puedo dormir — Dijo sin darle importancia — ¿Tu, Potter?

— Solo vengo a pasar el rato aquí y ver que tiene la biblioteca prohibida. — Dijo encogiendo los hombros.

— ¿No tiene nada que ver con que todos hablen mal de ti, por que te eligieron en el cáliz? — Harry miró el suelo. — Lo supuse — Dijo cerrando el libro.

— ¿Qué lees?

— Nada interesante

— Que gran título — Dijo Harry sentándose a su lado.

— Lo sé, por eso lo elegí — Harry movió la cabeza en busca de saber cual era el título del libro, pero Draco lo movió hacia su pecho. El moreno frunció el ceño.

— Déjame ver — Draco negó. — Por favor — Unió sus manos en modo de súplica, pero Draco volvió a negar.

Harry intentó sacarle el libro de las manos, sin lograrlo. Entonces tuvo una idea, nadie podría contra las cosquillas.

Comenzó a hacerle cosquillas a los costados y Draco soltaba risillas, pero aún sin soltar el libro.

— B-basta, no — dijo entre risas.

En un momento Harry volvió a intentar arrebatarle el libro y terminaron cayendo al suelo, haciendo un gran estruendo.

Harry quedó encima de Draco y se miraron a los ojos por unos minutos, y estallaron en carcajadas.

Luego se escucharon unos pasos acercándose.

— ¿Quién anda ahí? — Se escucho de Filch

Draco y Harry quedaron serios, hasta que Draco reaccionó y agarró la capa, tirándose encima de Harry para taparlos.

Le puso la mano en la boca al pelinegro para que no se escuchara el quejido que hizo al caer Draco encima suyo.

Filch recorrió toda la biblioteca y al no encontrar a nadie se marchó junto a la señora Norris.

Draco suspiró y se paró.

— Casi nos atrapan — Rió y ayudo a Harry a levantarse.

— ¿Entonces? ¿Qué leías? — Preguntó Harry a centímetros de su cara.

Draco le puso el libro en la cara.

— ¿"Love, Simón"? Interesante lectura — Dijo sacándose el libro del rostro y sonriéndole a Draco — Que raro tu, con algo muggle — Draco dio un paso atrás.

— Simplemente estaba dando vueltas por la biblioteca, lo encontré y me pareció algo interesante ver como lo chantajean y quería ver que pasaba — Encogió los hombros

— ¿Por qué página vas?

— Por la 32 ¿Por qué? — Dijo sentándose

— ¿Podrías leer desde el principio? Es que me interesó — Dijo posicionándose detrás de Draco y haciéndole masajes, logrando que el rubio se ponga tenso. Draco asintió.

Pasaron la noche leyendo, uno a lado del otro.

En un momento de la noche, comenzó a refrescar y Harry los tapó con la capa, así cayeron completamente dormidos, Harry en la mesa y Draco sobre el hombro de Harry

•••

— Mierda, Potter — Dijo Draco golpeando el hombro de Harry — Nos quedamos dormidos y en cualquier momento llegará la bibliotecaria

Se escucharon unos pasos

Draco los tapo completamente con la capa

La bibliotecaria entró y abrió todas las ventanas, así haciendo un gran escándalo.

Harry despertó por aquel ruido, algo perdido.

— ¿Draco? — Susurró Harry

La bibliotecaria miró hacia su lado, aunque no haya nada y Draco se alarmó.

Harry iba a seguir hablando hasta que Draco lo calló con un beso.

El azabache estaba sorprendido, pero luego siguió el beso, agarrándolo de la cintura, haciendo estremecer a Draco. El rubio suspiró.

Draco lo paró poniendo una mano en la boca de Harry.

Cuando la bibliotecaria se fue hacia hacia la sección prohibida Draco se destapó y comenzó a correr hacia la salida.

Harry lo miró y con la capa lo siguió.

Draco al llegar a los baños, se mojó la cara, estaba ruborizado, aunque quería eso, no esperaba que pasara de esa forma, o al menos, no ahora.

Cuando salió se encontró con Harry

— ¿Todo bien? — Preguntó Harry, apoyado en la pared.

— Eh si, solo quería ir al baño — Harry asintió — Iré a alistarme para las clases — Harry volvió a asentir

— Draco

— ¿Sí?

— Es domingo — Draco asintió

— Claro, ya lo sabía — Sonrió sonrojándose levemente — Bueno, adiós — Dijo dándose la vuelta listo para irse

— Draco

— ¿Sí? — Volteó

Harry sonrió y lo agarró de las mejillas, dándole un beso

— Adiós — Dijo en un susurro sobre los labios de Draco

— Adiós — Dijo este sonriendo, le dió un beso corto, casi un rose de labios, y se marchó — No me extrañes — Dijo sin darse la vuelta, moviendo la mano

— Nunca — Dijo fuerte, para que Draco lo escuchara.

Ambos sonreían.

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