-¡Midoriya, no olvides ordenar tu habitación para la inspección de mañana!- me recordó Iida mientras me dirigía a mi habitación después de haber tomado una ducha luego de haber entrenado con All Might.Sí, mis actividades habían vuelto a la normalidad. Mi actitud... bueno, aún trabajaba en eso. Pero sí que había hecho un progreso. Progreso en fingir estar bien.
Al pasarle por un lado, miré sobre mi hombro y fingí la mejor sonrísa que tenía, sacudiendo mi mano un poco en despedida.
-No te preocupes Iida-kun, ¡Gracias!- dije, para luego entrar a mi habitación y suspirar. Estaba mantener mi respiración sin darme cuenta.
-Grr, ¡woof! ¡woof!- entré sin asegurarme de haber cerrado con llave.
-Kacchiko, quieto. Tienes tiempo viviendo aquí, ya no hagas ruido.- Dejé mi sudadera sobre mi cama y me agaché a su altura. Dejé que olfateara mi mano por unos segundos, luego, dejó de estar a la defensiva. Me sacó una sonrísa. Una pequeña, pero real.
-Es que eres muy terco para ser tan pequeño...- le dije mientras acariciaba su cabeza con cuidado. Era la parte que más le gustaba, según Kirishima.Solo me dejó acariciarlo unos escasos segundos, pero era un avance. Suspiré por segunda vez desde que entré en la habitación y ví como se dirigió a su plato de comida en una esquina de la habitación. -¿Qué voy a hacer contigo? Mañana habrá inspección de dormitorios...¿Qué se me cruzó por la mente al pensar que podría mantenerte aquí? No creo que mamá dejé que te traiga de vuelta si se me ocurre llevarte a casa. Y Kirishima ya dijo que su madre es muy alérgica a los animales.- de nuevo estaba hablando con él, aunque más bien era un monólogo en voz alta.
-¿Roo?- Kacchiko volvió a mirarme. Parecía tan rabioso como siempre, pero al menos ya podíamos convivir sin que quisiera arrancarme un dedo.
-Bien, supongo que ya veremos... Sí te descubren solo deberás vivir en mi casa. Suponiendo que mamá dejará que tenga una mascota... nunca me ha dejado.- lo dejé tranquilo, levantándome del suelo y comenzando a organizar mis cosas.
Mi habitación estaba especialmente desordenada luego de que adopté a Kacchiko. Pues casi no he tenido tiempo para nada.
Limpié el suelo, el cual solo tenía algo de polvo.
A decir verdad, estaba impresionado que un perro que nunca tuvo una familia, tuviera un horario para hacer sus necesidades. Ni una sola vez ha habido un accidente en mi habitación. Ja, pero intenten felicitarlo por aquello sin que te arranque una mano.
El veterinario nos dijo que estaba perfectamente sano, pero a veces parecía rabioso.(...)
Habían pasado ya dos meses de la muerte de Bakugou Katskuki, o Kacchan.
Me sentía genuinamente estúpido por ser el único que aún no podía superarlo. Pero al mismo tiempo sentía enojo...en algún lugar, ¿Cómo pueden superarlo en tan poco tiempo? ¿No significaba nada para ellos? Aún tenía pesadillas con ese día...si tan sólo hubiéramos llegado un poco antes..'No, Izuku. ¡No sigas pensando en eso!'
Kacchiko me sacó de mis pensamientos al arrastrar una caja un poco más grande que él, con la ayuda de su cuerpo. La caja no era pesada, ¿Cómo lo sabía? Estaba limpiando la parte de abajo de mi cama y era específicamente aquélla caja que había querido evitar desde que mi madre la mandó. ¿Qué le hizo pensar que querría verla? Solo estaban tristes recuerdos.
-No... Kacchiko. No muerdas esa caja.- Le pedí, mi voz un poco más baja de lo usual. Tomé el objeto y lo pude frente a mí. El can se acercó y comenzó a morder la tapa nuevamente -¿Quieres ver el contenido? ¿Eso es?- mis manos comenzaron a temblar ligeramente, mi respiración se volvió irregular.
Negué con la cabeza y apoyé mis manos sobre mis muslos, esperando que eso ayudaría a calmarlas.
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Kacchiko
FanfictionLuego de la presunta muerte de Bakugou Katskuki, los alumnos de la 1A se proponen seguir adelante con sus vidas. Cosa que, Midoriya Izuku no se permite hacer, al mantenerse en constante negación hacia lo sucedido. Un día un pequeño Pomerania se cue...