Parte 2.

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Lunes.

Como siempre, cogí el bus y me senté sola en el lugar donde había menos gente. Me puse los auriculares y pulsé el aleatorio. Sonó A Little Too Much, de Shawn Mendes. Creo que me identifico demasiado con esta canción. Se me cayó una pequeña lágrima rebelde por la mejilla, y algún estúpido se río y le lanzé una mirada asesina. Entonces apartó la mirada y siguió con su feliz vida. Las clases pasaron rápido, no tengo ni idea de por qué. Fueron muy aburridas, pero aún así me traje un libro y lo leí durante todas las horas. Me da completamente igual lo que me digan los profesores.

Por el pasilló, me encontré con Logan, mi mejor amigo, o algo así, creo. Él y Sam, una chica de pelo negro que va a su clase, son probablemente mis únicos amigos. Puede que me lo pase "bien" con otra gente, pero son sólo conocidos. No me importan lo suficiente para considerarlos mis amigos.

-¿Y qué tal tu vida, pequeña?- dice, y seguidamente me abraza. Este tipo de cosas son las que hacen que siga viva. Literalmente. Pero incluso a Logan a veces parece que no le importo.

-Bien-. Já, no me lo creo ni yo- Y tu? -Intento sonreír.

-Oh, perfecto. He sacado un diez en el trabajo de tecnología. Increíble, verdad? -ríe- Creía que la profe me lo decía en coña. Y bueno, cómo te va desde que te dejó ese capullo? -Me mira y sabe que la ha cagado desde el segundo en cuanto ha empezado a pronunciar esa frase. Mi corazón me duele. De repente, me vienen a la mente todos los recuerdos que me ha traído la palabra "capullo". Sonrío a Logan, sin saber que decir.

-Perdona No... no he pensado.

-No pasa nada-. Le doy un beso en la mejilla para decirle adiós y para que crea que no pasa nada, y me voy hacia la puerta. De repente, oigo que alguien me llama. Me giro, es Sam.

-Jade! -me llama. Le contesto con un abrazo y subo al bus. No tengo ganas de estar por aquí ahora.

Me siento en el sitio de siempre y llego a casa. Mi padre no está y entro mientras me miro al espejo. Que asco, pienso cuando me miro al espejo. Sigo andando hasta a la habitación y me tumbo en la cama. Entonces, mi móvil empieza a vibrar.

Es hora de decir adiós.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora