Okey, Jungkook se sentía cómo esa vez en su primer día de la primaria donde su madre lo acercó obligadamente hacia un niño y le preguntó, sonriendo inocentemente, "¿puedes ser amigo de mi hijo?"
Porque así se había sentido cuando la directora lo había dejado con las hadas del agua, todo sintiéndose demasiado forzado.
Una gran incomodidad crecía en su pecho, pero de todos modos, no sabía si era por eso, o porque había inundado los pasillos de la escuela con el agua de los bebedores debido a los grandísimos nervios que le causó cierto bonito rubio.
Uhm, bonito. No, esa palabra no alcanza. Jungkook decía en su mente al recordar la escena.
No pudo evitar suspirar débilmente, de la nada sintiéndose demasiado exhausto. Sentía que tendría que esforzarse realmente demasiado para encajar en ese lugar, o para al menos agradar a alguien.
Pero no sabía cómo ser un hada, y no sabía nada sobre sus poderes.
Joder, la directora le había dicho que no se molestara por el agua de los bebederos y sólo la siguiera hacia el comedor, pero Jungkook seguía realmente avergonzado.
Además, la directora también había ordenado a las hadas rubias que la siguieran.
Y la tensión en Jungkook siguió creciendo, porque obviamente sus nervios no iban a disminuir de aquella forma.
Tenía miedo de hacer más desastre, así que intentó calmarse.
Pero su corazón iba rápido, de una manera tan placentera como dolorosa, por la inocente ilusión de tener a alguien tan lindo como ese hada cerca.
Entonces no pudo evitar verlo de reojo a lo largo del camino, apretando sus manos juntas de manera ansiosa, empezando a sudar.
Y al final, ya sin resistir ni un poco más, lo miró directamente con sus ojos grandes brillando en curiosidad.
Y fue ahí cuando el rubio sintió que era mirado y volteó a verlo, atrapandolo justo en el momento menos indicado.
Jungkook quiso morirse, en serio lo deseó como nunca antes.
¿No iba a parar de ser una vergüenza? A veces se detestaba.
Quiso bajar la mirada y hacerse el distraído, pero ya eso no le iba a funcionar.
El rubio frunció el ceño levemente, casi preguntándole con la mirada qué era lo que quería.
Y aunque hubo agresividad en la manera en la que lo miró, Jungkook siguió pensando que era lindo.
Si no hubiesen llegado al comedor en ese momento, Jungkook juraba que se habría disculpado con él.
¿Acaso él pensaba que era un tonto total? ¿O tal vez un acosador? Ahora Jungkook tenía miedo, porque si era así se iba a deprimir de por vida. No era su intención, pero realmente se había quedado atónito por la belleza del hada. No sabía si se debía a no ser humano, pero es que ni siquiera las otras hadas que había visto por ahí se podrían comparar a lo que era aquella divina criatura. Jungkook sabía que no existía nadie más así, pero la próxima vez lo iba a disimular bien.
Ahora ya estaba sentado en una mesa del comedor con las demás hadas del agua, que conversaban entre ellas en voz baja, totalmente desinteresadas en Jungkook.
Jungkook no creía que lo hicieran a propósito, por excluirlo o algo. Sólo pensaba que ya estaban demasiado sumergidas en sus cosas cuando él llegó, era nuevo y aunque todas se habían presentado amablemente, entendía que tampoco fuera cómodo para ellas compartir el almuerzo con él sin antes conocerlo bien.
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escuela para hadas ♡ ♡ >>> KOOKMIN AU/FIC
FanficJeon jungkook, que vivió toda su vida pensando ser un simple humano y no creyendo en lo sobrenatural, descubre en su cumpleaños número dieciocho que es un hada cuando sus poderes de control sobre el agua se manifiestan de la manera más inesperada. ...