Lee Felix, el príncipe heredero de 19 años y a nada de cumplir sus 20, donde ya sería reclamado como el rey.
Su sirviente, uno de muchos pero el más mportante para el príncipe, Lee Minho, su hermano mayor quién si no fuera por la muerte de sus padres el sería el rey.
Las campanas de las 5 sonaron, una dulce risa se oyó en la habitación del menor de los Lee.
-Es hora de merendar -dijo con una cálida sonrisa y una hermosa y dulce voz, Minho asintió con una sonrisa también ofreciéndole la mano para llevarlo hasta el balcón donde estaba una mesa de mármol con una silla bastante simple mientras los demás sirvientes traían la merienda del príncipe.
Mientras Minho veía sonreír tan dulcemente, pensó...
"...Quién pensaría que esa sonrisa que parece tan sincera no tiene piedad sobre las personas que lo desobedecen"
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