Ya había pasado al rededor de una semana, la familia de Sasuke regresó. Tenia que admitir que extrañaba el silencio, por todo el ruido que hacían allí, no sabia si salir un rato a tomar un paseo...
Recordó entonces que su cuerpo esta sufriendo una cosa de la vida de los perros, por lo cual no podría salir. Decidió entonces esperar al chico, no sin antes ingresar a su habitación en medio de la noche, aun se mantenía dormido por lo cual le sorprendía. Se acercó y se sube hacia la cama sentándose sobre sus patas traseras procurando no hacer ruido, el pelinegro parecía mas a un niño mientras dormía, lo que lo hacia ver simplemente perfecto.
Podía sentir una clase de atracción inexplicable hacia él, como si estuviera incitada a estar a su lado y no querer separase lo cual no tiene lógica. Estaba tan entretenida con el pelinegro que de pronto su imaginación empezó a jugar con ella de una manera muy profunda y poco decente. Se podía ver a si misma tocando su torso masculino, verificando su suave textura, al igual que se veía acariciándolo, besándolo subiendo hasta su cuello y luego sus mejilla para luego terminar en esos labios finos, se le hacían tan apetecibles de probar.
Quiero tenerlo.
Sacude su cabeza haciendo que esos pensamientos se dispersen, decide bajarse de la cama para irse hacia el baño, necesitaba un bañarse urgente antes de que su cuerpo comience a ponerse apestoso y desagradable. Su piel cada vez se pone más caliente, cada vez mas se le hace imposible su deseo por él . Al llegar comienza a bañarse con agua fría y pensar en otras cosas que no fuera en montarse sobre el pobre chico y terminar por violarlo.
Maldigo el día en que empezó a existir el celo.
Pasa una mano por su cabello húmedo y luego termina por pasarla por todo su cuerpo deteniéndola precisamente en su centro palpitante que cada vez se hace mas insoportable. Aquello es una tortura, mantiene su mano en esa zona, en verdad quiere hundir sus dedos allí para acabar con sus calentura pero, terminaría por hacer mucho ruido y alguien podría hacer un escandalo. Retira su mano, dolida a pesar de sus ganas de masturbarse.
— ¿Por qué será que me suceden estas cosas? —se pregunta a si misma.
De la nada escucha unos pasos que se dirigen hasta donde ella se encuentra, rápidamente cambia de forma teniendo de consecuencia unos endemoniados dolores musculares, solo esperaba que aquel dolor pase rápido. Quien abrió la puerta fue un hombre mayor y con rasgo duros, lo reconoció como Fugaku, el padre de Sasuke.
El hombre al verla la toma por el cuello enojado, no se esperó que alguien dejara entrar aquel perro en su casa y lo peor, en el baño. Sakura se encuentra asustada y temía de lo que él pudiera hacerle. Fugaku la saca fuera de la casa bruscamente, ella inmediatamente suelta alaridos de dolor cuando su cuerpo toca el suelo bruscamente, aun no se había adaptado al cambio por completo.
No me simpatizas.
El hombre le cierra la puerta mientras decía "que los perros deben permanecer a fuera". Le duele cada su músculos, es como si se hubiese partido todos lo huesos, tardó un poco en componerse... Nadie salió para ayudarla y saber como se encuentra, eso de alguna manera la entristeció. La vida de los perros es simplemente injusta. No sabia si soltarse a llorar pero, aun mantenía su dignidad y decide quedase allí. Ya era hora que alguien supiera la vedad y mas su situación.
(...)
Ya había amanecido, cada vez se le hacia difícil controlar su animal interior, la lujuria comienza en apoderarse de su cerebro cada ves mas rápido. Los perros a su alrededor comenzaba cada vez en acercarse debido por el olor que libera su cuerpo, lo detesta, y ella lo único que hacia es tratar de huir de allí y adentrase en la casa.
El joven siente lástima por ella, lo único que hizo fue dejarla entrar en la casa importándole las quejas de su progenitor. Ella tan solo se quedó en una esquina huyendo de él y de su tacto temiendo perder el control si la tocaba, quería que aquella pesadilla terminara pronto y que solo fuera un sueño, después de que termine su celo se iría de allí, no regresaría a menos que fuera necesario.
Por favor... Alejate de mi.
Él al parecer entendió el mensaje, Si no quería tenerlo cerca entonces no lo hará. Ya la noche se hizo presente y cada miembro de aquella casa se encuentra dormidos, excepto por el chico y aquella pobre chica que sufre dentro del cuerpo perruno que tiene. Él solo esta viendo su teléfono, como todas las noches mientras ella sufría el calor. Sakura decide en levantarse y acercarse hacia la cama tan solo un momento, tan solo para poder oler mas de cerca su aroma.
— Hola Bella —ella se acerca mas y lo olfatea.— ¿Que sucede? ¿Huelo mal?
— No, solo quería olerte —habló sin pensarlo.
Sasuke salta bruscamente de la cama cayéndose de golpe, su teléfono se impacta contra el suelo y él no lo tomó importancia a que se rompiera, porque aun le cuesta asimilar lo que acabó de escuchar. ¿Que fue eso? Tal vez no esté durmiendo lo suficiente y su imaginación le esté causando delirios, haciéndole ver y oír cosas donde no las hay.
— Okey, no escuche eso. Tan solo fue producto de mi imaginación, no soy pendejo —escucha una risa conocida, sus ojos abren por la sorpresa.
— ¿Por qué siempre eres así de gracioso, Sasuke-kun?
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