Sakura se gira rodeando con sus piernas su cintura, duda en dar el primer paso aunque haya iniciado aquella atmósfera de incomodidad. Él tan solo se dedica en observar cada movimiento que ella realiza y hace, los dos mantenía su vista fijas en cada uno esperando algún movimiento. Respira hondo antes de hablar.
— Quiero decirte que esta es la primera vez que lo hago.
— Ya lo sé —ella lo mira incrédula.
— ¿Cómo?
— Por la forma en que tu cuerpo tiembla —podía ver como sus mejillas arden al rojo vivo.— Calmate, es normal, también será mi primera vez.
— Tú... no lo puedo creer.
— Yo no puedo creer que mi amiga pueda transformase en perro —menciona como si fuera ilógico.— La tengo justo en mis brazos.
— Oh, Dios de la virginidad, gracias por el virgen que me acabas de dar —dice mirando hacia el techo poniendo sus manos en forma de rezar.
— ¿Dios de la virginidad?
— Algo que acabo de inventar.
— A veces me preguntó en que pensaras en esa cabeza que tienes.
— Ya tuviste tus repuestas.
Sakura decide en dar el primer paso, acerca su rostro hacia él siempre siendo suave, Sasuke tan solo esta observando como esos labios finos cada ves están mas cerca de los suyos. Sus labios conectan por primera vez, es un beso sin malicia... Tan solo ellos se están poniendo a prueba el uno con el otro, como queriendo saber como es la experiencia de ellos mismo. Sakura pone una mano detrás de su nuca y lo apega mas, profundizando aquel beso. Se separan después de unos minutos para respirar.
— Esto se siente raro —dice ella mientras aparta su vista de la de él.
— Lo mismo digo, jamas me esperé esto de ti.
— Sasuke-Kun —lo mira hacia los ojos.
— ¿Sí? —pregunta él al escuchar su antiguo apodo.
— Que-quería decirte una cosa.
— Dime —se mantiene estático en su sitio, temiendo hacer algún movimiento.
— Quería... Yo, quiero... —tartamudea con cada palabra que menciona.
Se quedan unos minutos en completo silencio, él espera su repuesta con paciencia ya que al igual que la chica también se encuentra nervioso. Apenada agacha la mirada mientras coloca las manos sobre la camisa de el chico y arruga la tela entre sus dedos, jugueteando con la textura. Se aparta lentamente sin dejar de rodear la cintura del chico con sus piernas.
— ¿Que es lo que quieres? —le incita en hablar, ella vuelve a fijar su vista en él, aquellos ojos jades se pueden ver dilatados por el deseo.
— Que nosotros... ¡Experimentemos con nuestros cuerpos! —exclama rápidamente en voz baja.
— No comprendo lo que me quieres decir —dice con sinceridad, ella suspira para relajarse.
— ¿Por qué los hombres nunca entiende?
— Por la misma forma en que nosotros no les entendemos a ustedes —ella deja escapar un bufido.
— Solo quiero que los dos conozcamos nuestro cuerpos de una forma mas directa —explica despacio.— Quiero decir, tocando la piel sin que el otro interfiera ¿lo dije claro?
— Espera un momento ¿quieres decir que vas a tocar mi cuerpo y no tengo que hacer nada? —ella asiente.— Sabía que querías abusar de mí —la chica se siente ofendida al instante.
— ¿Sabes que? Mejor me callo y busco un perro —ella libera su cintura, mientras intenta alejarse.
— Oye espera, es una broma —Sasuke sostiene su cintura evitando que se despegue de su cuerpo, puede ver como ella le dedica una mirada de enojo.
— Y vaya broma, casi me muero de la risa —menciona con sarcasmo.
— Esta bien, no te ofendas, estoy tan nervioso como tú y no mido mis palabras.
— Entonces —la pelirosa le mira fijamente a los ojos.— ¿Estas dispuesto a seguir mi loca idea?
— Y que lo digas —él se lame los labios haciendo que Sakura pose su vista en su ellos.— Pero tenemos un problema.
— Cual —dice al instante.
— ¿Sabías que las paredes tienen oídos?
Ella de inmediato trata de formular cada palabra que le había mencionado, hasta que su mente se desconecta de su cuerpo. Los dos se quedaron en completo silencio, al igual que se sintieron expuestos. Para la chica parecía mas imposible estar con él, pero se siente un poco de excitación y comienza a temblar mientras coloca sus dedos en sus botones ya erectos, pellizca su pezones con algo de timidez. El pelinegro no lo podía creer, lo que veía parecía haber sido sacado de una película erótica.
— No es justo —ella gimotea mientras cierra los ojos
Se da suaves masajes en el pecho, buscando algún alivio que le ayude en calmar su calor que a cada momento crece y crece más. Sasuke no sabía que hacer, tan solo se queda observando el espectáculo que ella le está ofreciendo, de la nada siente como ella aprieta mas su entrepiernas con la suya. A pesar de tener un jeans holgado puesto pareciera sentirla directamente. A pesar de que no lo mencione, él también está comenzando a excitarse.
— Oye, no hagas eso —menciona con dificultad, siente sus mejillas arder.
— ¿Hacer que? —ella comienza en frotar sus entrepiernas haciéndolo mas difícil para él.
— Eso —hace caso omiso mientras continua balanceándose.— Si alguien nos descubren estaré en un grave problema.
— Esta bien —detiene sus movimientos.— Mis hormonas comienzan a controlarme, ya después no sabré si terminaré violandote.
— Vaya ¿tan grave es tu situación?
— Sí, estoy deseándo te como una enferma —menciona abrazándolo.— Es complicado de explicar y ahora estoy en esta situación.
— No preguntaré porqué, solo te diré que tienes que esperar la media noche —propone tratando de relajar el momento.— ¿Puedes aguantar por ahora?
— Lo intentaré —menciona cambiando de forma.
— Cerraré la puerta por si las dudas.
— ¿Piensas que escaparé?
— Es mejor prevenir que lamentar.
Tiene mucha lógica.
Él la deja sola en aquella habitación, cierra la puerta desde afuera. Ella trata de mantenerse cuerda el tiempo posible, de vez en cuando trata de caminar por las esquinas de esa habitación para entretenerse. Solo espera que su parte animal no la controle por completo, cierra sus ojos para tratar de conciliar el sueño.
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