La culpa

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Nada de esto es mi culpa

Yo soy inocente. Todo lo que hago es por amor. Ella es mi responsabilidad, mi mundo, y si no me escucha, las cosas se salen de control. Pero eso no es culpa mía, es porque ella no entiende lo que es mejor para ella. Aún así, la amo. La amo tanto que hago lo que sea necesario para protegerla, incluso de sí misma.

No es mi culpa que se ponga esa ropa tan inapropiada, que haga que otros hombres la miren. ¿Cómo puede esperar que no me preocupe? Ella no se da cuenta de lo que provoca. No soy yo el problema, son los demás. Si no se vistiera así, no tendría que ponerme nervioso. Pero ella parece no ver el peligro, parece no importarle lo que eso significa para mí. Así que sí, es su culpa. Solo quiero que se vista como es debido, para que la respeten. Eso es lo mejor para ella.

No es mi culpa que tenga esos "amigos". Sé perfectamente lo que quieren. Ninguno de ellos tiene buenas intenciones. Si ella me escuchara, si me hiciera caso, se daría cuenta de que la están usando, que quieren algo más. Pero no, sigue hablando con ellos, sigue ignorándome. No me deja otra opción más que alejarla de esas malas influencias. Si de verdad me amara, lo entendería, se daría cuenta de que lo hago por su bien. Solo yo la cuido.

No es mi culpa que sus amigas le llenen la cabeza de mentiras. "Él no te quiere", le dicen. ¿Cómo se atreven a decir eso? No saben nada. Yo la amo más que nadie. La amo tanto que quiero controlarlo todo para que esté a salvo, para que no cometa errores. Esas amigas solo la están confundiendo, haciéndola pensar mal de mí. Pero no saben cuánto sacrifico por ella. Yo soy el único que ve la verdad.

Yo no quería golpearla. Pero, ¿qué opción me deja cuando se niega a obedecerme? Me pone en una situación en la que no tengo más remedio que actuar. Ella sabe lo que pasa cuando no hace lo que le digo. No es mi culpa que me enoje. Es ella quien me provoca, quien insiste en desobedecer. Si solo hiciera lo que le pido, todo sería perfecto. Pero parece que no puede entenderlo.

No me gusta castigarla, pero es necesario. Necesita aprender que nadie más la ama como yo. Necesita saber que estoy aquí para protegerla de todo lo malo que hay afuera, de todos esos que la miran con lujuria. ¿Qué clase de hombre sería si no la protegiera de eso? Todo lo que hago es por su bien, aunque ella no lo vea todavía. Al final, lo entenderá.

No es mi culpa que haya dejado de comer. Tuve que intervenir porque no estaba cuidándose. Ella no se da cuenta de que si no hago algo, se destruiría a sí misma. Yo tengo que tomar el control, porque ella no puede.

No es mi culpa que quiera irse. Esas "amigas" le han metido en la cabeza que soy malo, que soy tóxico. Pero eso es solo porque no entienden nuestra relación. No entienden lo que tenemos, lo que compartimos. Yo soy el único que realmente la ama, y si no lo ve, es porque está siendo manipulada por los demás. No puede dejarme. No después de todo lo que he hecho por ella.

Nada de esto es mi culpa. Todo lo que hago está justificado. Si ella fuera obediente, si me escuchara, no tendría que levantarle la mano. Si no se rodeara de personas que no nos entienden, todo sería mejor. Y si no provocara a los demás con su forma de vestir, yo no tendría motivos para preocuparme.

Al final, ella se dará cuenta de que solo yo tengo la razón. De que todo lo que hago es por amor. Y entonces sabrá que nada de esto ha sido mi culpa.

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