E S P E C I A L D O S

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CAPÍTULO UNICO DE LA PRIMERA PARTE DE LA TRILOGIA TAM: TE AMORODIO

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CAPÍTULO UNICO DE LA PRIMERA PARTE DE LA TRILOGIA TAM: TE AMORODIO

PROV. KAGOME

— ¡Kagome vuelve! ¡Sabes que no puedo correr!

Fingí no escucharlo y seguí mi camino, no puede correr porque tiene un esguince en su tobillo ¡Que suerte tengo!

Desde que Inuyasha y yo somos oficialmente novios se ha vuelto un chicle, una garrapata ¡Un lunar que no se puede extirpar! Uish, Inuyasha me sofoca con tantas muestras de afecto.

Me abraza, me besa, huele mi cabello... esta descontrolado.

Lo amo, lo amo pero... yo tengo mi límite de tolerancia.

Aproveche que todavía tiene el esguince y hui de su lado trotando, eso de tenerme como su enfermera personal no era una broma, el estúpido se aprovechó de su estado y de mi sentido cuidador que tengo desde que soy niña.

— ¡No te atrevas a engañarme!

Fue lo único que pude escuchar de su parte, ya estaba demasiado lejos.

La secundaria terminó y ahora tengo unas muy buenas vacaciones hasta que las clases universitarias den inicio. Como dicta la "tradición" estudiaré economía y administración de empresas para ser parte de los negocios familiares, Inuyasha también estudiará lo mismo... más tiempo compartido.

¡Pero! Todavía tengo la esperanza de que nuestra relación pase esta etapa de que Inuyasha sea pegote a la independencia individual. O sea, estar juntos pero no al extremo... tengo la esperanza.

— ¡Amiga pero mira que al fin te veo! — salgo de mis pensamientos y miro al frente al reconocer la voz de mi mejor amiga Sango.

— ¡Sango! — la abrazo, desde que nos egresamos no la he visto debido a que Inuyasha me tenía secuestrada en su casa con el pretexto de necesitarme para su sanación.

— Ay Sango sálvame...

La castaña se ríe con lo que le cuento, al parecer le causa gracia el comportamiento de Inuyasha y lo "linda" que es nuestra relación de novios.

— Pero lo amas.

— Lo amo tal y como es, pero es un eufórico cuando de amor se trata — me río recordando las muestras de afectos de él hacía mí.

— Un bobo enamorado.

— Y yo... no sé demostrarle mi amor. Son raras las veces que le digo algo romántico o que tome la iniciativa en algo... Me concentró más en mí que en nuestra relación y eso me preocupa, tal vez sea algo que en un futuro nos perjudique.

— Así como tú lo amas tal y loco como es... él  seguro también te ama como realmente eres — miro a mi amiga, sus palabras tranquilizan mi inquietud — Y con respecto a lo otro, ya tu misma te darás cuenta e intentaras cambiarlo por ti mi amiga...

San Valentín  #TAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora