Los mareos comenzaban a ser más frecuentes y casi tenía que ir caminando apoyada en la pared para no caerse. Iliana lo atribuía al estrés. Contra todo pronóstico, ahora era jefa de planta y tenía más trabajo que nunca.
Dejó la planilla de guardias en el corcho del control de enfermería y regresó a su despacho, sentándose frente al ordenador.
Por sus mareos y su trabajo ya casi no veía pacientes, su labor era casi completamente de gestión.
—Ili, iremos a comer—Nora se asomó al despacho.
—No tengo hambre—respondió recostándose en la silla.
—No has comido nada hoy, vamos.
Su cabeza daba vueltas y lo que menos quería era levantarse de la silla, si lo hacía se iría de bruces contra el suelo.
—De verdad, n-no tengo hambre—forzó una sonrisa para que Nora dejara de preocuparse.
La enfermera no terminó de creerse muy bien la excusa de su amiga, aunque salió del despacho y caminó hacia Oliver, que la esperaba en el pasillo.
—No me digas que tampoco tiene hambre—vio a Nora negar—. Esto ya no puede seguir así.
Se encaminó hacia el despacho, la sacaría aunque fuera a rastras. Había estado observándola por un tiempo y se había dado cuenta de que su amiga no estaba bien.
—Ili, vamos a...—Oliver quedó en shock. Iliana estaba tirada en el suelo, inconsciente—. ¡Iliana!
Dos horas después, Iliana comenzó a recuperar el conocimiento. Oliver y Nora la habían llevado a la sala de descanso de las enfermeras con una botella de suero conectada a una intravenosa.
Oliver la observaba serio. Su turno había terminado y la única paciente que le quedaba ahora era su mejor amiga.
—¿Me dirás ahora lo que tienes?—Oliver tuvo que contener un gruñido.
—Solo es cansancio, llevo días con insomnio y mucho trabajo.
—Iliana, te has desmayado, maldita sea. Hablas como si no te tomaras en serio tu estado.
—Yo también soy médico, Oliver. Cuando me ponga al día de trabajo las cosas mejorarán. Solo es estrés.
—Estrés... ¡¿Estrés?! Llevas más de un mes así.
—El tiempo que llevo en el cargo—Iliana se quitó la vía. Oliver bufó de nuevo—. Me acostumbraré, con un poco de tiempo.
—¿Y cuánto tiempo vas a necesitar para eso?
—El que haga falta.
Oliver se quedó en silencio, viéndola cambiarse el camisón del hospital por la blusa y el pantalón vaquero que vestía originalmente.
—¿Cómo vas?—la recorrió con la mirada, notando que aún quedaban marcas de morados en los muslos.
—No quiero hablar del tema.
—¿Al menos me dirás quién fue?
—No voy a hablar de eso.
—Iliana...
—Ya, esto es lo que menos quiero recordar—se sacó el cabello de la bata—. Me iré a casa.
Iliana salió del cuarto. Le agradecía la preocupación, pero no quería entrar en el tema en el que tanto entercaba. No quería recordar, ya no. Sacó la llave del bolsillo de la bata y la encajó en la cerradura de la taquilla. De esta calló un sobre a sus pies.
El sobre blanco no traía remitente, solo su nombre escrito en el frente, y tampoco estaba cerrado, la solapa estaba sujeta metida por dentro del sobre.
Sostuvo el sobre entre sus labios mientras guardaba sus cosas en la taquilla y sacaba su bolso. No recordaba que estuviera pendiente de recibir correspondencia y estaba claro que quien la enviaba no quería ser descubierto.
Después de darse un baño, por fin en la tranquilidad y comodidad de su pequeño apartamento, Iliana se atrevió a abrir el sobre. Estaba sentada junto a la ventana, con los rayos de sol de la tarde dándole un agradable calor.
Miró primero el envoltorio en busca de alguna pista, pero era un simple sobre blanco sin nada más. Levantó la solapa y dejó caer el contenido en su regazo, un montón de fotos desperdigándose sobre sus piernas.
Las recogió, acomodándolas, y soltó un grito de terror, las lágrimas inundando sus ojos. Eran fotografías de ella, desnuda y dormida o drogada. Eran diferentes escenarios. El primero parecía el suelo de algún lugar, había poca luz pero se distinguía su silueta y las ropas hechas un desastre a su alrededor. El segundo era su cama, en su casa.
Tiró las fotos al suelo cuando unas terribles ganas de vomitar la asolaron. Sus peores temores se confirmaron, sus pesadillas eran ciertas.
La habían violado.
Las lágrimas fueron imposibles de controlar, los sollozos salieron involuntariamente y su respiración comenzó a tornarse dificultosa. No entendía, ¿quién querría hacerle tanto daño? ¿Por qué ella?
Percibió débilmente el sonido del timbre a lo lejos. Oliver esperaba al otro lado de la puerta listo para asegurarse de que se encontrará mejor.
A Iliana comenzaban a fallarle las fuerzas, la ansiedad y el pánico la habían envuelto. Muchas teorías se formaban en su cabeza. Era él... Tenía que ser él... ¿Quién si no tendría acceso a su taquilla?
Oliver pulsaba repetidamente el timbre, era una suerte que el portero del edificio ya lo conociera y le hubiera dejado pasar hasta el apartamento. Estaba conteniéndose para no patear la puerta y entrar a la fuerza.
—Iliana, abre la puerta, sé que estás en casa.
Sus ojos chispearon cuando a sus oídos llegó el desesperado llanto de su amiga. Ningún sonido se le escapaba, y menos aún cuando su lobo comenzaba a arañarle las entrañas en desesperación.
—¡Iliana!—solo hizo falta un puñetazo del alfa para que la vieja puerta cayera al suelo.
El muchacho se adentró en el apartamento mirando alrededor y dejándose guiar por sus sentidos. La encontró tirada en el suelo, en posición fetal, abrazando sus piernas mientras lloraba rodeada de un montón de fotografías.
—Ili...—intentó acariciar su hombro, pero ella le rehuyó, apartándose y golpeándose contra la mesa de centro.
Tomó una de las imágenes y contuvo un respingo de sorpresa al ver a su mejor amiga en aquel estado tan vulnerable. Desnuda y drogada después de que algún malnacido se hubiera aprovechado de ella... De nuevo. Iliana levantó la mirada, aún llorando.
—E-era cierto...—Oliver la estrechó entre sus brazos—. Mis pesadillas...
Y él pensó que destrozaría a quien se atrevió a posar sus sucias manos sobre Iliana.
![](https://img.wattpad.com/cover/258050836-288-k774688.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Omega
WerewolfTodo el mundo conoce a Iliana Belmont por ser una brillante doctora beta en el hospital general de Truslove. Desde que se graduó ha estado juntando méritos y está a punto de conseguir que la nombren jefa de planta. Todo se desmorona después de una c...