Primer y ultimo beso.

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Nuestro camino fue un poco silencioso. Nadie dijo nada desde que entramos a la camioneta y me encontré eso un poco incómodo, y para romper ese silencio le hable..

-Y.. Que tipo de música te gusta?..-

-Me gusta todo tipo de música.. No se, me encuentro la mayoría de los tipos de mucha bien.. Y a ti?

-Me gusta la música que me trae recuerdos. Me gusta recordar.

-En serio? Eso es muy bien.. Oye, haremos una parada antes de llegar a nuestro destino, esta bien?.

-Claro, esta bien.

El siguió conduciendo hasta que se paró en una heladería que no estaba muy lejos de donde veníamos por el camino, salió del coche y me dijo que lo esperara aquí y yo le asentí y me quede dentro..
Comencé a mirar por la ventana, a ver el hermoso paisaje, la perfección del panorama, la belleza de la naturaleza hasta que mi celular sonó y me saco de mis pensamientos:

"Hija mía! Como estas amor? Te extraño mucho y ahora fue que tuve un descanso para llamarte y poder hablarte"- Era mi mama. Tenía mucho que no hablaba con ella, ya que estaba de viaje y siempre estaba ocupada.

"Hola mama, también te extraño mucho.. Como les esta yendo? Cuando volverán? Dónde esta papa?"- le dije un poco alterada, sorprendida y triste a la vez.

"Ay cariño, nos esta yendo bien. No te preocupes que pronto volveremos, y tu papa, tu papa está por ahí.. Esta atendiendo cosas del trabajo... Pero le diré que le mandas saludos! Okey?"-.

"Esta bien mama, gracias.."- nunca hablaba con mi padre, siempre prefirió el trabajo primero que a mi.. Y eso me duele.

"Bueno cariño, ya te dejo. Tenemos que ir a una reunión. Te volveré a llamar cuanto antes! Cuídate mucho Ariel.. Te amo".- y colgó.

Yo también te amo mama.- fueron las palabras que dije mirando el teléfono. Una lágrima comenzó a salir de mis ojos llorosos y me si cuenta que Daniel ya venía, así que me limpie la lágrima de una vez para que el no se diera cuenta...
Seguí mirando por la ventana hasta que el llego a la camioneta con dos frascos de helado! Uno de fresa y otro de chocolate.. Lo mire, y le sonreí...

-El de chocolate es para ti. Supuse que te gustaba-. Me dijo con cara de inocencia dibujandosele su bella sonrisa en el rostro.

-Gracias Daniel! Y si, si me gusta el chocolate.- le dije sonriendo.

-Haha, lo sabía. Bueno, ahora continuaremos con nuestro viaje, ya casi llegamos-. Me dijo guiñandome un ojo.

Nuestro camino fue comiendo helado. Fue algo gracioso.. Pero en fin, según el ya estábamos llegando.
Ya estaba atardeciendo, el sol se estaba ocultando, lo que significa que se estaba haciendo tarde. Me preguntaba hacia donde íbamos que durábamos tanto para llegar, y ahí fue cuando mi pregunta fue respondida.

-Llegamos-

-Es aquí? La playa?-

-Si. Es aquí. A la playa. Ven, sígueme que te tengo otra sorpresa.- me dijo sonriendo y agarrandome de la mano.

Era hermoso. Era le mejor vista que he tenido en toda mi vida. El atardecer, la playa, ver el sol encima del mar, si reflejo. Simplemente era algo hermoso, algo que nadie había hecho por mi..
Todavía estábamos caminando, el sosteniendo mi mano, nuestros dedos entrelazados juntos, simplemente se sentía bien, me sentía en un sueño del que no quería despertar nunca.

El me había llevado hasta una pequeña casita de playa que al parecer era de su familia. Era hermosa. Tenía luces por fuera, tablas de surf, hamacas, etc.. En serio, este lugar era perfecto.

-Ven, que adentro hay otra sorpresa-. QUE?! Todavía había más?

-OMG, en serio?- dije sorprendida.

-Si Ariel, en serio-. Me dijo acercándose a mi lentamente.

-Pues, entremos-. Le dije en tono divertido y separándome de el.

Entre. Y había una camino con pétalos de rosas y velas aromáticas. El camino iba hacia la cocina de la cabaña. Mientras iba caminando, iba soñando la canción "Certain Things de James Arthur":

~And there's certain things that I ignore. And there's certain things that I adore, but I'm certain that I'm yours~

Me puse nerviosa porque no sabía que era lo que iba a pasar. Me quede paralizada al ver lo que había en la cocina. Oh por Dios, era hermoso!
Era un ramo de flores gigantesco, un ramo de rosas perfectamente rojas. Un cartel arriba de el ramo que decía: "Eres la mejor, te quiero". No sabía que hacer! Simplemente todo era perfecto..

Mientras contemplaba todo esto que el había hecho por mi, sentí unas manos en mi cintura y rápidamente supe que era el. Me gire para poder verlo directamente a los ojos. El me tenía sostenida de mi cintura y yo rodeaba su cuello con mis manos. Sus ojos eran más hermosos de lo que había creído! Me había perdido profundamente en sus ojos color café, esa mirada seductora que el tenía que me encantaba...

-Eres la mejor Ariel. Desde que llegaste a mi vida has cambiado muchas cosas. Pienso en ti todo el día y toda la noche. Cuando me despierto tu eres el primer pensamiento que me llega a la mente, y eres lo último en lo que pienso en la noche. Se que tenemos muy poco siendo amigos, muy poco conociéndonos, pero en ese periodo de tiempo tan corto has llegado a ser la mejor chica que he conocido en mi vida. Eres demasiado importante para mi, y no quiero perderte. Quiero ser el motivo de todas tus sonrisas, quiero que cuando te sonrojes sea por mi, quiero que te desveles todas las noches hablando conmigo, quiero ser el motivo por el cual te pongas nerviosa, quiero que seas mía, solamente mía Ariel Richmond...-.

-Daniel... No se que decirte.. Tu también has sido alguien muy especial en mi vida. Eres el mejor chico que he conocido, y has sido el mejor. Me importas demasiado y me preocupo mucho por ti. Y cariño, tu eres el motivo de todas esas cosas. Pienso en ti todos los días. Y estoy muy agradecida por haberte conocido y espero que nunca te vayas de mi vida. Y claro que seré tuya y de nadie más.-

Lentamente el fue acercándose más y más hacia mi. Iba sintiendo su respiración cada vez más cerca, estábamos cada vez más juntos y ahí fue cuando paso. Sus labios hicieron contacto con los míos, iban moviéndose al compás de la pasión, el me apretó más fuerte de la cintura para acercarme más a el. El beso no era salvaje, pero tampoco suave, estaba ahí entre las dos. Me sentía en el cielo. Su boca con la mía, nuestras respiraciones agitadas, sus manos en mi cintura y las mías alrededor de su cuello. Sus labios eran más carnosos de lo que se veían, eran suaves y tiernos y el era también un buen besador. No quería que esto terminará, quería quedarme con el, aquí, hoy y siempre, el era lo que siempre he querido, y al fin ya lo tenía aquí conmigo.
Al final, nos tuvimos que separar por falta de aire.
Nos separamos. El se quedo mirándome fijamente a los ojos y me dijo:
-Eres perfecta Ariel. En serio me gustas mucho. Y te quiero.-

En serio había escuchado lo que el me acababa de decir? Ósea, que?! Que el me quiere? Que le gusto? Que soy perfecta? En serio, me sentía como en un sueño del que no quería despertar.

-También te quiero Daniel, y en serio, tu también me gustas.- le dije todavía perdida en su mirada con una sonrisa.

-Ahora, este día se ha hecho el mejor de todos. Eres la mejor.- me dijo sonriendo y dándome un beso en la frente.

-Sólo prométeme una cosa.- le dije seria.

-Claro, lo que quieras-. Me respondió también seriamente el.

-Prométeme que no me harás sufrir. No es algo tan difícil.- le dije con una sonrisa a mitad.

-Ariel, nunca te haría eso. No ganaría nada. Sólo perdería. Te perdería a ti, y eso es algo que no quiero que pase.- me dijo abrazandome.

-Eso espero Daniel. Gracias... Te quiero-.

-También te quiero Ariel-.

¿Esto es amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora