Unseen: Páginas Invisibles #1 - (IE; IEGO; IE Orión)

Corazones derretidos

☆ Fueron dos las parejas seleccionadas, por lo que habrá una parte que le corresponderá a cada una.

☆ ¡Feliz San Valentín! Espero se la puedan pasar de la mejor forma posible... Y a los solteros y solteras (como yo) igual se merecen que este día especial se pase bien... ¡Feliz día a todos y todas! ¡Que tengan una muy buena semana!💖

[PD: Lamento subir el especial tan tarde, pensé que ya lo había publicado, pero me acabo de percatar que aún seguía en borradores... ¡De todas formas espero lo disfruten!]

Kiara × Axel

El joven delantero observó con una sonrisa el como su novia interactuaba con su hermana pequeña, agradeciendo con alegría el que se llevaran tan bien.

Habían llegado a parar a aquel hermoso parque poco transitado, las féminas apoderándose enseguida de los columpios que ahí se encontraban, mientras él miraba sentado desde una banca poco más lejos.

Ambas se veían tan felices con la compañía de la otra que hasta se sintió como una tercera rueda, dejando que se divirtieran por si solas mientras pensaba sobre lo afortunado que era de tener a las dos en su vida.

Con el rabillo del ojo notó las señas que las chicas le hacían, acercándose con rapidez hacia donde ellas se encontraban.

—¡Hermanito! —la menor pronto saltó a sus brazos—. Vi una heladería cerca, ¿podemos ir?

La mayor de las chicas tan solo rió, observando como la pequeña hacía un tierno puchero.

—Bueno, pero luego ¿quién...?

—¡No le diremos a papá! —soltó, acallando a su hermano, quien ensanchó su sonrisa al ver el brillo travieso en los ojos de su hermana.

—Está bien, está bien —aceptó, provocando que Julia comenzase a saltar a su alrededor con emoción.

Esa semana ella había sacado bajo el promedio esperado en lenguaje, por lo que su padre le prohibió todo tipo de golosinas, por lo menos hasta la semana que seguía.

Pero, un pequeño helado no haría nada, ¿verdad?

Además, si ellos no le comentaban al respecto, él no se enteraría de nada... O eso suponía.

—Vamos antes que se haga demasiado tarde —la joven jugadora habló—. ¿Que tal si hacemos una carrera?

—¡Sí!

Julia casi enseguida salió disparada en dirección al lugar indicado, siendo seguida por los mayores, quienes se dejaron perder con tal de ver a la pequeña feliz.

El pequeño local, para su suerte, aún no cerraba, pero suponía que si llegaban poco más tarde este ya se encontraría fuera de servicio.

Los tres pidieron helados de diferentes sabores, Julia frutilla, Kiara vainilla y Axel chocolate.