Sociedad oculta~ Fanfic de Suju

Capítulo 4

Caminamos un largo trayecto hasta la entrada de la administración escolar. Ahí se encontraba una secretaria que nos permitió pasar. Eunhyuk toco la puerta y nos dejaron entrar.

Una ves dentro todos nos volvieron a ver. Ok. ¿Que tengo en la cara?

—¿Tengo algo en la cara?—le pregunte a Gideon.

—A parte de los ojos y la boca, creo que no.

—Que gracioso.—Me sonríe y nos acercamos más a los demás. 

Samantha me dio una mirada de preocupación y me vino y imagen de ella tirada en el piso llorando. Ok. ¿Que fue eso?

—Bueno, como ya están todos aquí, diré las reglas de esta institución.—dijo el regordete director Bennett—Todos tienen estrictamente prohibido, matar, secuestrar, intimar, robar y provocar incendios que perjudiquen la vida escolar de todos aquí.

—¿No es lo mismo todos los años Bennett?—pregunto el Señor Lee. 

—No este año Elliot.—dijo mientras se levantaba del asiento con cierta eficacia.—Este año hay personas de otros pueblos, incluso de otras ciudades. 

—¿Y?

—Y, chicos de New York, los Ángeles y las Vegas están aquí. Y saben lo que significa—La verdad no. Pero todos parecían alarmados, asi que actué igual a todos.

—¿Por que los dejaste ingresar?—Pregunto el señor Choi—Si sabes lo peligroso que es, ¿Por que los dejarte entrar?

—Por un simple motivo.—dijo tranquilamente—Esos muy hijos de perra, mataron a mi hija. Por eso los deje entrar.

Normalmente, uno debería dar las condolencias, pero todos solo guardaron silencio. Le eche un vistazo a Donghae y estaba ligeramente enojado, tenía los puños cerrados fuertemente y dientes apretados. ¿Será que conocía a la chica?

—Mira Bennett—hablo mi madre—, todo esto va a ser un enorme problema.—No se porque pero, presiento que algo malo va a pasar... Como... Ahora.

De pronto se oyeron unos disparos en el patio. Todos reaccionamos y como Gideon y yo estábamos más cerca de la puerta, salimos corriendo en dirección al patio. 

—¿Qué crees que este pasado?—pregunto Gideon

—No lo se... Algo muy malo...

Cuando llegamos casi al final de las puertas que llevan al patio, oímos gritos...

¿Qué demonios pasa? 

—Tienen muchas armas—dijo Gideon.

En eso vi a un grupo de chicos en medio del patio—¿¡Qué hacen!?—grité. Ellos voltearon a verme, en total hay 8 hombres y 5 mujeres. De acuerdo, si llegara la pelea yo iría con las mujeres. Mire a Gideon y pensaba lo mismo que yo... Machista.

 Todos nos miraban como si fuéramos algo divertido de ver.

—O miren lo que nos trajo el viento—dijo un chico alto, moreno, pelo negro, con una cicatriz en la ceja—Linda, ¿quieres venir conmigo y aprender unas cuantas cosas de mi?—Hice cara de asco.

—Uug... No.

—Deberías decir que sí, nena.

—No.

—Eres ruda. ¿Qué acaso no tienes miedo?

—¿De ti?—me reí un poco—Da más miedo un bebé con una pistola en mano que tú.

—¿Sabes quienes somos? ¿Quién te crees para retarme?

—Hay dos respuestas 

A) Son los Chicos del barrio