Las agujas del reloj resuenan en el pequeño cuarto blanco.
Observó la gran ventana y trago saliva incómoda, se que tras esta alguien me observa.
Bajo la vista a las esposas en mis muñecas, estan muy apretadas pero igual intento nuevamente quitarmelas.
El frío que siento me hace tiritar, mis dientes superiores chocan contra los inferiores.
Miro mi cuerpo de reojo.
Cabello largo castaño con rulos grandes, llevo unos tacones demasiado altos que aunque este sentada me molestan.
Miro la pequeña falda negra y cierro mis piernas notando que estaba mostrando todo.
Siento que tengo bragas al menos y suspiró.
En mi parte superior llevó una musculosa de una tela transparente color negro, sin corpiño, mis brazos tapan mis pechos con verguenza y me remuevo incomoda de nuevo.
Oigo un ruido tras el vidrio y cierro los ojos.
No se que hago aqui, no recuerdo absolutamente nada de mi.
Sólo llevo un colgante con el nombre de "Charlotte" y espero al menos que ese sea mi nombre.
Un patrullero me encontró en la calle tirada y me trajo aqui.
Revisaron mis pertenencias sin encontrar nada importante, ningún documento, nada.
No se siquiera mi edad, pero supongo que tendré poco más de veinte por mi cuerpo.
No soy muy delgada ni gorda. Normal, de caderas anchas y piernas largas.
Quiero rascar mi nariz y lo hago con dificultad, echando mi cabeza hacia adelante y refregando está contra mi brazo sin apartarlos de mis pechos.
Me siento encerrada aqui, el cuarto debe ser de unos cuatro metros de largó por tres de ancho, una única puerta de metal me separa del exterior, no hay ninguna ventana que de a la calle.
Me dijeron que estoy en Argentina, más precisamente en Misiones y siento que no pertenezco aquí.
Los policías me miraron como si fuese una prostituta, y tal vez lo sea, quien sabe.
Cierro los ojos cansada y los abro nuevamente.
Estoy hace horas aqui, primero en la recepcion, pero luego de que tomarán mis huellas vino una mujer enfadada y me tomo del brazo metiendome aqui y esposandome.
No se que he hecho o que creen que hice pero tengo mucho miedo de lo que pueda llegar a pasarme.
Miro mi brazo ya sin saber que hacer, y noto varios pinchazos extraños en mis venas.
Apretó mi mandibula fuerte y oigo rechinar mis dientes.
Elevó mi cabeza y miro hacia la ventana.
Se que me observan, deben estar viendo todos mis movimientos.
Necesito orinar.
Me remuevo incómoda de nuevo y miro mi otro brazo, en el cual además de otros pinchazos tengo arañones y moratones.
Intento recordar algo en mi mente pero nada viene a mi.
Suspiro fuerte y me paro haciendo chirrar la silla.
Siento mi vejiga estallar, y me acerco totalmente avergonzada hacia la ventana que tiene un espejo de mi lado.
Es extraño que no recuerde nada de mi vida pero que sepa las cosas normales, cotidianas.
