Miradas

42 2 0
                                    

A quien le gusten los hospitales es un demente.

No se cuanto tiempo llevo aquí pero ya me quiero ir.

Tengo varios cables enredados en mis brazos, pecho y hasta un jodido respirador.

Lo quitó y siento la falta de aire al instante asi que lo vuelvo a colocar.

Tengo muchas ganas de orinar e intento pararme, alli es cuando descubro que tengo algo frío en mi muñeca.

Mi vista va alli rápidamente temiendo lo previsible: estoy esposada a la cama.

Muerdo mi boca frustrada y tiro con fuerza de esta, pero claro mi cuerpo parece gelatina.

Mis piernas duelen como si un tractor hubiese pasado por encima de ellas, y hay algo extraño con mi estómago.

Las imágenes vienen a mi.

-Diego-alzó la voz y miro hacia los lados.

Pero no hay nadie en la habitación, estoy sola.

Debo escapar, esto no me gusta para nada.

No se que he hecho, no se quien soy, pero si se que he matado a muchos tipos que de alguna manera me conocían y habían ido a por mi a la cárcel llevándose todo lo que habia a su paso.

Bueno, lo intentaron.

Quien soy?.

Miro bajo la sabana y encuentro esa asquerosa cosa para orinar entre mis piernas y el cable hacia una bolsa, no lo pienso más y lo hago. Muero de verguenza al saber que la enfermera o quien sea tuvo que cambiarla todo el tiempo.

Oigo mis latidos en el monitor a mi lado, algo que me impacienta.

Quiero irme, no soporto esto, hay mucha luz y estoy sola. Parece que siempre lo he estado.

Tocó mi cuello buscando algo que ya no esta: mi collar.

Miro a la mesa que esta demasiado lejos de mi y me encuentro con un florero con flores blancas ya algo marchitas, mi ropa doblada perfectamente y mi collar sobre esta, el brillo de este me hace reconocerlo.

Al menos se mi nombre.

Siento el nudo en la garganta pero niego a mi misma. No llorare. Todo saldrá bien, de seguro Diego esta bien también.

Pensar en el me hace temblar, lo habré lastimado al quitarle la bala? Se veia mejor pero pude haberle infectado la herida o algo.

Ya no pudiendo soportar más estiró mi brazo y aprieto el botón que llama a la enfermera.

Pasa un tiempo hasta que llega y me sorprendo al ver que entra un enfermero y un policía.

El enfermero me pregunta mi nombre y le digo que es lo único que sé. Asiente y mira al policía que susurra algo en su oido.

Me remuevo incómoda por la situación.

El enfermero le pide al policía salir pero este se niega.

Lo hace voltear y quita esa cosa entre mis piernas mientras me sonrojo.

Luego quita todo menos el suero.

Le pregunto si hay alguien afuera esperando por mi pero el niega.

Cuando al fin sale prometiendo que el doctor vendrá enseguida a hablar conmigo el policía se acerca a mi luego de cerrar la puerta con traba.

-Charlotte-susurra sonriendo.

-si?-digo desconfiada

-es un gusto conocerte, sabes? tu jefe ha mentido diciendo que eras linda. Eres preciosa, única.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 26, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

BUSCADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora