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Zhong Chenle era una persona muy difícil de describir. La gente tenía la idea de que a él le gustaba quedarse a un lado y reírse de cualquier tontería dicha por cualquier persona, pero a Chenle eso era algo que no le agradaba y aún así era lo que sucedía todos los días de su vida. Al principio era por su dificultad al hablar coreano pero con el paso del tiempo su grupo de amigos se había acostumbrado a eso y nadie esperaba verlo hablar por más de dos minutos seguidos sin que alguien le interrumpiese con una anécdota más interesante. No le parecía un gran problema, solo agachaba la mirada y sonreía incómodo al no saber muy bien cómo reaccionar, aunque cuando eso ocurría nadie se percataba de ello porque nunca le prestaban demasiada atención.

Chenle suspiró sentándose en el césped mientras sacaba su almuerzo tranquilamente esperando a sus amigos. Ese día estaba muy emocionado porque tenía una noticia bastante importante que compartir con ellos y podía sentir pequeñas mariposas revoloteando en su estómago expectantes por conocer la reacción de los demás.

Vio a Renjun a lo lejos y lo saludó con una sonrisa y la mano alzada invitándole a que fuese con él, pero su sonrisa desapareció al ver cómo su amigo le hacía un pequeño gesto y se iba con Donghyuck a otro lado.
Sintió una pequeña sensación de incomodidad pero intentó olvidarse de ello y se puso de pie para ir a tirar su comida, ya que se le había quitado toda el hambre. Mientras caminaba por el césped vio a lo lejos a su grupo de amigos sentados en una mesa mientras hablaban animadamente sin siquiera percatarse de que él no estaba con ellos. Como siempre hacía, trató de excusarlos pensando que quizás no sabían dónde estaba y se encontraban demasiado cansados tras las clases como para ir a buscarlo, pero recordó que Renjun lo acababa de ver y detuvo sus pasos. Respiró pesadamente y cerró los ojos intentando no sentirse ridículo y apartado, deseaba que el nudo en su estómago desapareciera, por lo que fingió, como hacía cada día y se acercó a ellos con la mejor sonrisa que pudo conseguir en su rostro.

—Hola.– Saludó casualmente recibiendo como respuesta un ruido incomprensible de Jeno. Nadie más le dirigió la palabra porque estaban escuchando atentamente una pelea que había tenido Donghyuck con un profesor, así que esperó pacientemente su turno de hablar mientras jugaba con sus pequeñas manos nerviosamente y rió como siempre lo hacía, demostrando que tenía interés en lo que se decía.

—Vas a acabar con un mal expediente si sigues así.– Regañó Mark a Donghyuck y de ahí salió una extraña pelea entre ambos ya que el moreno se molestó y le contestó mal.

Mientras ambos chicos se gritaban se quedó un silencio en la conversación y Chenle vio su oportunidad de hablar así que tomó aire y miró fijamente a sus amigos tratando de captar su atención.

—¿Sabéis que me pasó ay– El chino fue cortado por Jaemin que habló apresuradamente.

—¡Ayer me pasé toda la tarde estudiando y en el examen de hoy no ha caído nada de eso! Voy a suspender seguro.– Contó enfadado y Chenle no se molestó porque no le hubiese dejado hablar, ya que Jaemin tenía fama de parlanchín y no lo podía evitar.

—Ya pero yo iba a decir que– Comenzó a decir con una pequeña sonrisa tímida, pero Jeno lo miró amenazadoramente para que se callara y siguió hablando sin fijarse en que el menor se encogió en su asiento y comenzó a jugar con los bordes de su sudadera nerviosamente. Su mente empezó a pensar que quizás lo que tenía que decir no era tan importante y se sintió bastante ridículo por haber estado tan emocionado por contar algo que a ese punto le parecía estúpido.

—Nana, eso te pasa por estudiar el día de antes.– Le reprochó cariñosamente Jeno mientras Chenle se removía incómodo en su asiento.

—¿Qué era lo que ibas a contar Lele?– Preguntó alguien que no había abierto la boca en todo el día a la vez que giraba su cabeza para demostrar que estaba dispuesto a escucharlo. Jisung siempre se había portado bien con él y con esa pequeña acción el chino vio una iluminación y las mariposas volvieron a su estómago mientras una sonrisa se acomodaba en su rostro; hacía mucho tiempo que nadie le preguntaba algo así y se sintió escuchado por un momento.

Treehouse//Chenji🍃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora