Evanescence

Capitulo 4

Que haces con este hombre?! -Gritó su padre.

El enfurecido padre se nos acerca con paso decidido, mandibula apretada, cuerpo rígido y puños cerrados. Le apretó el ante-brazo a Katherine y me observó con mirada rabiosa.

Yo no te dí permiso para salir -dijo enfadado a Katherine-.

Claro que lo hiciste, solo que no lo recuerdas por nunca me pones atención. Estás todo el día texteando por el trabajo, tu y mamá siempre están trabajando y nunca me escuchan -grita furiosa y triste-.

El tipo la observó un par de segundos y la llevó hasta la entrada de su casa, la soltó y camino hacía a mi, me empuja con su dedo índice y me advierte.

No quiero que te acerques a ella, aléjate de mi hija, vago. -Me empuja mas fuerte y yo le miro rabioso, se aleja y entra a su casa.

Subo a mi auto y conduzco hasta a casa. Ella dijo que jamás le prestaban atención, necesito hablar con ella.

***

Es de madrugada, las 03:33 AM. Me siento inquieto, me revuelvo en mi cama, mi almohada está en el suelo, estoy sudando y mi corazón palpita muy fuerte, resuena en mis oídos, mi cabello largo está empapado.

Me levanto de la cama y me siento en la orilla, observo mi móvil. Le envío un mensaje de texto a Katherine angustiado por lo sucedido horas atrás.

Me levanto y camino a mi closet, saco mi mochila deportiva y meto en ella un pantalón de chándal ajustado gris, una camiseta de tirantes negra con el logotipo de una espada empuñada por una mano desnuda y un escudo rodeado de rosas marchitadas, "Knights Gym".

Es genial pensar que yo sea el dueño no-legal del gimnasio más grande de Bradford.

***

Me siento un 90% mejor. Después de esforzarme, de llevar mi cuerpo al límite en lo que amo hacer.

Está por amanecer, la gran y hermosa estrella de la mañana me da el increíble honor de apreciarla.

Llevo mis tenis Converse negros, mis jeans gastados y mi camiseta de tirantes blanca con el logo de Ramones y un gorro negro dejando caer mi rubio cabello por los lados hasta casi mis hombros.

Conduzco hasta la cafetería de siempre. Se ha convertido en una rutina para mí. Ya sé lo que podría hacer.

***

No sé que hacer, aconséjame. Tu eres mi hermana del alma Señorita Jacqueline Stevenson -Dije mientras estaba de cabeza con la espalda y cabeza boca arriba en la cama y las piernas en la pared extendiendo los brazos a los lados-.

Con todo mi respeto, lucha por ella aunque su padre sea todo un idiota, solo espero que su mamá no sea así, necesitarán esa luz en tal oscuridad   -Dice mientras coloca un CD de BVB en el estéreo-.

Cierto... Oye, dime. Y tus padres?         -Pregunto intentando observarla moviendo hacía atrás mi cabeza en el duro colchón-.

Salieron de vacaciones "solo para parejas", tu sabes, sus excusas para no llevar a su hija la rara de cabello azul -dice de pié frente a la cama-.

Cierto, tu eres la rara y yo el delincuente según tus padres                -digo acomodándome-.

Me pregunto si son inmortales o como es que olvidaron su adolescencia -pregunta paseando su mirada en su escritorio-.

Es falta de sexo. Leí que pone de mal humor a las personas                              -digo riéndome-.

Oye -chilla en tono de reproche-.

Jacqueline toma algo rápidamente y lo esconde en su espalda, se acerca a mí emocionadamente.

Mira lo que tengo para ti -me sonríe y extiende las manos-.

***

La silenciosa noche hace que las rocas que lanzo a la ventana se Katherine se escuchen escándalosas, una más que la otra. Al llegar a la sexta piedra ella abre la ventana de par en par y me observa con una expresión que dice: Van a descubrirte!.

Voy a subir -dije antes de tomar impulso para usar pequeños espacios para escalar hasta su ventana-. Cual fue tu castigo?.

Cinco meses -Sopla resignada- solo puedo salir con mis amigas, y solo si ellas vienen por mi.

Que tipo, segura es tu padre?. No está en casa verdad? -me acerco a la puerta y escucho a través de ella-.

Mis padres trabajan de noche -se acerca a su cama llena de libros y albums llenas de fotos y más sueltas-.

Su habitación estaba lleno de dibujos con diseños  celtas y otras de la antigua Francia. Libros de género sobrenatural y romance, libros de Anne Rice . Discos de música metal, otras clásicas como sonetos de violín y claro de luna. Un violín de madera oscura con diseño de rosas talladas . Fotos, fotos artísticas, instantáneas como las que usaban nuestros padres hace ya mucho tiempo. Esta chica es una prodigio artística.

Vaya, que habitación tan... -me interrumpe-.

Desordenada? -pregunta intentando acomodar fotos-.

Hermosa. Me gusta tu habitación. Eres una prodigio cierto? -maravillosamente sorprendido.

Lo único que se me da bien es leer, las fotos y dibujar. Cantar, tocar el violín y bailar me lo impusieron desde niña -su tono es triste-.

Eso significa que, no tuviste una vida normal? -me acerco a ella y la tomo del cuello-.

Si. Nunca salía a jugar, no tenía amigas con las que finjir que éramos las princesas de Inglaterra, ni siquiera podía jugar a las muñecas. Decían que era para asegurar mi futuro. Solo fué para lograr por mi los suyos -pone su mejilla en mi pecho, cierra sus manos en mi espalda y hombro-.

Ahora me tienes a mi -susurro a su oído-. Vamos, vamos a divertirnos-.

*** 07:43 PM***

Fuimos a mi casa, exactamente solo para recoger el auto en el que aprendí a conducir, un Dodge Charger 75 negro con rines de titanio. El auto sigue en buenas condiciones desde que mi padre lo compro ya hacía mucho tiempo.

Sube, vas a sentir lo que es un verdadero auto -le abro la puerta del copiloto, entra y rodeo para entrar-.

***