6. Diamante y Esmeralda

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6. Diamante y Esmeralda

Darién.

Veo como Usagi se aleja y no la pierdo de vista asta que se pierde detrás del edificio.

Me pongo mis Rai-Ban aviador, unos de toda la colección que tengo y si de algo tengo vicio es de lentes.

No me gusta que las personas se me acerquen solo por saber quién soy y tal vez esto ayude un poco. Me levantó, compro mi café, regreso a mi mesa y saco el móvil, para checar correos o que todo vaya bien en la empresa.

Pero recuerdo el encuentro de Usagi con mi Nana o más bien con nuestra Nana, no puedo creer que estemos a nada de estar juntos y que gracias a la Diosa ella esté bien, que Sol se haya quedado conmigo para estar  cerca de ella. Aún no sé qué pasó con ciencia cierta, pero Usa no pareció reconocerla y apezar de que ví la alegría en mi Nana no ví rastro de sorpresa en ella al ver que Usagi no la reconoció, pero por qué? A  caso ella tendrá algo que ver con qué Usagi no recuerde nada?

Suspiró, es uno más de los misterios que rodea todo esto, pero por qué? Por qué ni siquiera se inmutó al verla, maldita sea. No entiendo nada.

Respiró profundamente y trato de concentrarme en responder un correo urgente, pero de nuevo llega a mi ese olor a hierro, a sangre y solo una vez eh olido eso, pero no tengo ni idea de dónde o de quién pueda ser, mi lobo se pone alerta, trato de calmarlo, para no convertirme aquí mismo en el.

Volteo para ver si localizó al dueño del olor, pero es muy ligero así que dudo encontrarlo, trato de revisar los correos que tengo, pues supongo que estaré aquí por buen rato y necesito que el tiempo se me vaya rápido o me volveré loco e iré a buscarla.

Entre todos los olores que llegan a mi nariz, llega uno extrañó, uno que se hace más intenso y menos grato a mi nariz sesible, como a cítrico y...

-Hola guapo. Estás solo, puedo sentarme?

Levanto la cara y veo a un mujer parada delante de mi, sonríe como si se hubiera ganado la lotería, pero si supiera que la puedo destrozar en menos de medio minuto, ni se sentaría aquí. No espera a que conteste y se sienta, pero este tipo de mujeres jamás me han agradado, son de las que sienten que todos los hombres están a sus pies por el simple hecho de ser… según ellas bonitas.

-Disculpe, espero a alguien…

Hace una pequeña mueca, pero se compone.

-Puedo esperar contigo, me llamo Esmeralda, si no estoy mal tu deberías de ser Darién no? Darién Shields?

Por la diosa, que le  pasa a esta mujer? Así o más interesada y no digo interesada por mi, si no por mi fama y mi dinero. Creo que hoy los lentes no funcionaron como siempre lo hacen.

-Así es y le repito,  estoy esperando a alguien…

Decido no dar más detalles, pero ella sonríe más y me molesta que lo haga. Parece como si lo que dije fuera algo gracioso o algo que a ella no le agrada escuchar.

-Y que hace un hombre tan guapo como tú aquí en la preparatoria y más… solo?

Ruedo los ojos, trato de no respirar, pues huele medio raro, cítricos, sexo y… no si el hierro que llegó a mi hace un rato también es de ella, pero eso no me agrada para nada y no quiero que Serena piense cosas que no son al verme con esta chica.

-No estoy solo, le comentaba que estoy esperando a alguien.

-Y ese alguien es importante?

Frunzo el ceño, pero que confianzuda la mujer, ella hace un movimiento para que su blusa se baje y muestre sus enormes pechos, cruza las piernas y su falda se le sube más. Enseñando más de lo que debía de mostrar.

EL MEJOR CUMPLEAÑOS DE NUESTRAS VIDAS. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora