-¿Altagracia Sandoval? -mencionó un hombre al cuál desconocía.
-Sí, ¿Y usted es...?
-Arturo Ferrari. -dijo extendiendo su mano.
Extendí mi mano y aquel hombre dejo un cálido beso en mi mano.
-Me interesa...
-¿Perdón?
-Su constructora me interesa, he escuchado que no está en su mejor momento y me gustaría ayudar.
-Sería tan amable de devolverme mi mano. -dije con sarcasmo.
-Sí, disculpa. -dijo soltando mi mano con delicadeza.
Me senté y crucé mis piernas.
-¿Y cómo porque usted me quiere ayudar? Usted no me conoce...
-Se más de ti de lo que te imaginas, quiero ayudar, se que juntos podríamos lograr grandes cosas.
-Digame que es lo que quiere en realidad? -dije, este hombre es demasiado extraño.
-Ayudarla sólo eso.
-¿A cambio de que? -pregunte.
-Por él momento no tiene que hacer nada. -dijo dejandome mas desconcertada. -Aquí esta mi tarjeta si te decides a aceptar mi ayuda buscame.
Antes de irse tomó mi mano y dejo un beso y en ese precisó instante entro José Luís.
-Altagracia. -Mencionó José Luis.
-Buscame. -dijo aquel hombre y salio de mi oficina.
-¿Quién era ese tipo? -preguntó enojado?
-Es Arturo Ferrari, dice que quiere ayudar con la empresa.
-No necesitamos su ayuda, nosotros podemos sacar la empresa adelante sin la ayuda de ese tipo. -dijo alterado.
-Amor calmate, ¿Porque estas así?
-Porque me parece que ese hombre mas bien lo que quiere llevarte a la cama.
-Como crees José Luís si apenas hoy me conoció, calma amor. Tenemos que pensar bien las cosas.
-No hay nada que pensar altagracia. -dijo seco.
-Sabes bien que necesitamos un inversionista para poder llevar a cabo él proyecto que tenemos.
-Puede ser otra persona.
-No creo que aparezca otra persona que este dispuesto a invertir tanto dinero.
-No quiero seguir hablando mas del tema. -dijo y salió de la oficina como alma que lleva él diablo.
La tarde transcurrió entre reuniones y firmas de papeles etc casi todos los inversionistas se fueron, esto es todo un caos si no encontramos una solución rápida él esfuerzo de tantos años se irá a la mierda.
•••
Llegué a la casa José Luís aún no llegaba me di una larga ducha y me coloque una bata súper comoda y sexy baje a la cocina y preparé algo de cenar después de cenar fui a la habitación y empecé a leer un libro y sin darme cuenta me quede dormida.
José Luís.
Estoy súper enojado me da rabia que altagracia confíe tanto en las personas y mas en ese tipo que se ve que quiere acostarse con ella. Después de salir de la empresa fui a visitar a mis padres cene con ellos y compartí un rato, pero me siento mal por a verla dejado sola por eso me despedí de todos y decidí llegar a casa al llegar subí a nuestra habitación y hay la vi dormida abrazada a un libro me dio tanta ternura que se me olvidó que estaba enojado me senté en la cama y comencé a acariciar su piel suave y a dejar suaves besos, la vi removerse y susurro.
-José Luis. -susurró.
Sin mencionar palabra alguna la besé como nunca antes y hicimos él amor como nunca fue algo maravilloso. Ella es maravillosa.
-Te Amo Altagracia. -dije y ella sólo me sonrió.
-¿Y tu me quieres aúnque sea un poco? -le pregunté.
Ella me miró con esos hermosos ojos esmeraldas y me sonrió nuevamente.
-Sí te quiero y no un poco, yo te quiero muchísimo eres lo mejor que me ha pasado en la vida. -dijo y una lágrima se deslizó por mi mejilla.
-Eres maravillosa, tu le das sentido a mi vida, gracias a ti soy un mejor hombre, no se que haría sin ti. Y perdoname por lo...
-No tengo nada que perdonarte, pero es nuestra única oportunidad de poder sacar la empresa adelante.
-Esta bien, aceptó que ese idiota nos ayudé, pero yo mismo trataré con el no lo quiero cerca de ti. -dije y ella sonrió se veía tan tierna joder ella es perfecta.
Poco a poco ella se fue quedando dormida y yo también.
•••
Perdón por la tardanza.El de la foto es Arturo Ferrari él nuevo inversionista.