Todo Cambio.

13

—Ana, tengo que ir a la empresa te encargó a mi mamá, cualquier cosa me llamas.

—No se preocupe señorita, cualquier cosa yo le aviso.

—Gracias. —dije y me fui.

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—Altagracia que bueno que estás aquí...—dijo José Luís en cuanto me vio.

—¿Pasa algo? —pregunté.

—Y te parece poco el averme abandonado.

—Ay por Dios José Luís! Yo no te abandoné. —dije.

—Ah no y entonces, como se le llama a que te hallas hido de la casa sin haber hablado conmigo.

—No estoy para reclamos de verdad Luís estoy mal.—dije al borde de las lágrimas.

—Y lo sé mi amor, por eso mismo quiero estar a tu lado para darte todo el apoyo que necesitas, Altagracia yo te amo y te necesito conmigo.

—José Luís....

—No digas nada mi amor.. —dijo y me abrazo, no voy a negar que si necesito sus abrazos y estar cerca de el pero me siento muy confundida, tampoco quiero cargarlo con mis cosas.

—Interrumpo algo? —dijo Arturo entrando a la oficina.

—No para nada. —me apresure a decir.

—¿Que quieres? —preguntó José Luís en un tono algo grosero.

—Vine a infórmate Altagracia que esta noche tenemos una cena para cerrar un trato que llevará a  esta empresa a la cima.

—¿Y porque no me lo habías dicho antes? —pregunté.

—Es que como duraste algunos días sin venir, por eso no te lo había dicho. Esta noche a las ocho, más tarde te paso la dirección del lugar, o si prefieres te llevo.

—Como que te llevó?, por si no lo recuerdas Arturo yo también soy dueño de todo esto, y Altagracia es mi "mujer" así que seré yo quien la llevé.

—Como quieras nos vemos en la cena Altagracia... —dijo Arturo.

—Ya terminate de ir. —dijo rodando los ojos.

—José Luís Cálmate... —dije.

—Como quieres que me calme, que no ves como te ve y como te habla ese imbecil como si yo no existiera.

—Lo sé, pero hay que tratar de llevar la fiesta en paz.

—Sí me sigue provocando, no se si pueda seguir llevando la fiesta en paz.

—Ya, mejor me voy a oficina.

—Y si trabajamos los dos juntos aquí.

—Está bien! —dije.

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Había terminado de arreglarme la verdad es que no tenia nada de ánimos, pero ni modo está cena es súper importante y no puedo darme el lujo de no asistir.

Fui a la habitación de mi mamá, al entrar vi que estaba dormida, dejé un beso en su frente y salí de la habitación.

Todo está situación, me parte el Alma...

—Señorita Altagracia la esperan abajo. —me informó.

—Gracias ana, voy por mi bolsa y bajo. —ella solo asintió.

—¡Caramba pero que bella estass! —exclamó y aún sin verlo supe que era Arturo.

—¿Que haces aquí? —pregunté.

—Vine por ti Altagracia. —dijo tomándome de la mano.

—Pues perdiste tu tiempo, porque yo me voy con José Luís mi "esposo" —dije haciendo énfasis en las últimas palabras.

—Pero el no está aquí... —dijo.

—No me importa yo lo esperaré, de todos modos gracias por el ofrecimiento.

—No tienes nada que agradecer, lo hago con gusto y antes de irme quiero darte esto. dijo —dijo entregandome una caja muy Bonita.

—¿Que es esto? —pregunté.

—Ábrelo.

Al abrir la caja vi de qué se trataba era un hermoso collar

—Esta precioso, pero no te lo puedo aceptar.

—¿Porque?

—Es que no entiendo Arturo primero te apareces en mi empresa con tanta insistencia de querer ayudarnos, cada vez que pasa algo te enteras como por arte de magia y ahora me regalas cosas ¿Que es lo que realmente quieres Arturo?

—Eso es exactamente lo mismo que yo me preguntó. —dijo José Luís haciendo acto de presencia.

—Pues yo solo quiero ayudar de verdad me interesa que ustedes puedan sacar su empresa adelante solo es eso se lo aseguro. Y creo que deberíamos irnos ya se nos hace tarde.

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—Pasen por favor. —dijo el mesero del lujoso restaurante. —esta es su mesa, ¿se les ofrece algo? —preguntó.

—Por ahora solo una botella de champán. —dijo Arturo.

Nos sentamos los tres el supuesto socio aún no llegaba, odio la impuntualidad ya me estaba comenzando a desesperar.

—Buenas Nochees. —se escucho y yo no lo podía creer.

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¿¿¿¿Quien creen que es el socio????