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Gritaba con miedo. Miedo a aquella silueta que se hacía más chica al acercarse. El, con miedo en sus ojos, negó con la cabeza desesperadamente, retrocediendo. Pensaba a que si se alejaba, esa figura se iría, pero solo se acercaba más y más. Provocaba que el se pusiera nervioso, y sentía que escapar sería la opción, pero no lo era. Caería. no le importaba, necesitaba huir, y el se sentía atrapado en aquel lugar

De pronto, cayó. Cayó hacia un vacío negro y obscuro donde solo podía escuchar voces diciéndole que lo perseguían, desesperado cubrió su cabeza con sus manos y soltó un grito ahogado.

Las sábanas estaban tiradas y el estaba sudando, sudando a más no poder con el corazón a mil por hora, jadeaba nervioso <solo había sido un sueño> trago saliva y se dirigió al baño para lavarse la cara y tomar algo de aire

Tomó unas pastillas que ingería después de tener aquellos sueños. Colocó una en su palma y se la llevó a la boca rápidamente y con algo de agua se la tragó con torpeza. Dejo el botecito a un lado y se vio al espejo, odiándose, despreciándose, dándose asco... el, era su peor enemigo.

años atrás, había hablado con su madre sobre sus sueños, que eran frecuentes y a veces veía sombras. Decidieron ir con alguien porque pensaban que aquello que estaba pasando no era normal, y ahí le dijeron la noticia más impactante, tenía esquizofrenia; el especialista decía que tenía un tipo de esquizofrenia leve, que no era nada grave y no podría llegar a ver más allá de sombras y pesadillas en sus sueños, que cada persona interpretaba su esquizofrenia de manera diferente... y tal vez sufriría de algunos cambios emocionales. Le dieron aquellas pastillas que se tomaba todas las noches y ejercicios para calmar las cosas que sentía y veía, con las pastillas se calmaba un poco, pero aquellos sueños seguían reproduciéndose en su mente

Su madre había decidido sacarlo de la escuela para que no sufriera ningún tipo de complicaciones, y desde ahí, no volvió a salir más que para ir al psiquiatra, ir a intentar nuevos tratamientos, comprar sus medicinas. y, estaba bien, estaba " feliz". después de todo su madre sabía que era lo mejor para el.

Se mojó la cara y se fue de vuelta a dormir, rezando porque no volviera a soñar eso que tanto lo aturdía.
********
¿Como te sientes? -una figura femenina le hacía preguntas para ver si tenía algún avance con las pastillas-

Como siempre -dijo encogiéndose de hombros-

¿Las pastillas te han servido? -asintió entrelazando sus manos y jugando con sus dedos- y... ¿como van los sueños? -se puso pálido ante esa pregunta y su respiración se agitó. Con la mirada gacha negó con ansiedad-

No, no van... bien... cada día la figura se acerca más -seguía respirando agitado, recordando aquellos sueños que no lo dejaban dormir por la noche, temía cerrar los ojos y que aquellos sueños lo perseguirían por siempre-

Tranquilo, tranquilo... todo está bien, ¿si? No te alteres, Harry -movió la pierna ansioso y solo se limitó a marcar un "si" con su cabeza-

***

Anne, creo que es momento de llevar a Harry a la escuela... los estudios desde casa simplemente no ayudan a que se distraiga -ambas sabían que no era la mejor decisión, pero en parte, Harry necesitaba hablar con personas aparte de su familia, convivir con ellas.. aunque haya complicaciones-

Yo... no lo sé. Harry debería decidir eso, pero, estoy de acuerdo contigo -ambas sonrieron afligidas-

Espero que esto sea para bien -colocó sus manos en los hombros de la madre de Harry y la deslizó cerca de ella para darle un abrazo, después de todo tendría que apoyar a Anne y a su familia-
*~*~*~*
-el camino a la casa fue silencioso. Harry escuchaba música a través de auriculares mientras su madre trataba de pensar si lo que estaba apunto de hacer sería lo mejor para su hijo. Sería una gran decisión para los dos.. tal vez todo empeoraría, tal vez resulta mejor para el asistir a la escuela y mejoraría su tratamiento. A ella en verdad le preocupaba su hijo y como reaccionaría ante semejante noticia. Pero el era listo y compresivo, seguro sabría como manejar el asunto.

Decidida a hablar con el, le indicó que se sentará en el sillón y ella trajo una silla para poder sentarse frente a él y no tener que sentarse en el piso, quería hablar frente a frente con el y el piso no era opción.

Ladeo la cabeza pasando su mano sobre las pequeñas mejillas de su pequeño, quien lo veía muy curioso y con una sonrisa hermosa que marcaba sus hoyuelos

Tomó aire antes de empezar y colocó sus manos sobre las de Harry-

Escucha, lamento decirte esto. De verdad, mi amor -inhalo y exhalo nerviosa- pero, Jennie y yo creemos que es necesario llevarte a la escuela... considéralo parte del tratamiento, así no verás sombras ¿que dices, lindo? -el joven pestañeó rápidamente y enseguida se borró aquella sonrisa que tenía en el rostro-

Y-yo... c-creo que empeorará las cosas en vez de solucionarlas, yo... me pone nervioso tener que pensar en todas esas personas que asistirán a la escuela. Tengo miedo -dos lagrimas se escaparon de aquellos ojos esmeralda y su madre sintió que alguien le estrujaba el corazón-

Te daré tiempo para pensarlo, o tiempo para que estes listo. Podemos anotarte el próximo año. No hay prisa -limpiaba las lágrimas de su hijo con desespero. Odiaba ver a su hijo pequeño sufriendo injustamente, es decir, solamente tenía 15 años... no merecía sufrir de esa manera-

Perdóname, mamá -sollozó y la abrazó con delicadeza y ternura-

-se sentía tan inservible por no poder siquiera hacerle un pequeño favor a su madre, regresar a la escuela. Después de todo no podría ser tan malo... se distraería, eso era seguro, pero tenía miedo a que lo molestaran simplemente por el echo que tenía que tomar pastillas a ciertas horas y algunas veces tenía ataques de ansiedad, tenía miedo a ser diferente y no agradar

Así que pensó en la propuesta de su madre toda la noche, dejando sus inseguridades a un lado y pensando en la felicidad de aquella mujer que le dio la vida, esa felicidad que siempre estaría antes que la suya <<eres muy duro contigo mismo, muchacho>> una voz se escucho cerca de su oído, haciendo que diera un respingo y se tapara con las sábanas. Así se sentía algo seguro

<< no te escondas, aún así me puedes escuchar>> respiraba agitadamente, apretando las sábanas hasta sentir que estaba seguro <<deberías ir a la escuela, la pasarás mejor que aquí. créeme, muchacho>> colocó rápidamente sus manos en sus orejas para no escuchar nada. Se sentía tan impotente en ese momento

Reunió el valor suficiente y corrió hacia el baño para tomar sus pastillas. Tal vez era un sueño, o aquellas sombras ahora podían hablarle, lo cual, lo asustaba demasiado

Tomó agua para pasarse la pastilla y gritaba con desespero cubriendo su cabeza con sus manos, deslizándose por la puerta del baño que había cerrado y después abrazándose con los brazos entrelazados al rededor de sus piernas-

Quiero que este infierno acabe -susurró llorando con desespero, esperando a que las pastillas hicieran su supuesto efecto-
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Eso fue todo el cap 1... creo que está muy corto pero no c :3 el próximo estará más largo

el chico de las mariposas (L.S) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora