VIII

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-¡apúrate, Harry!- Gemma gritó desde la parte de abajo mientras que su hermano se colocaba sus zapatillas favoritas.

-¡ahí voy!- contestó con cierta molestia en su voz

acompañaría a Gemma a su revisión y a su centro de apoyo, ya que su madre estaba un tanto ocupada trabajando. Además, tenía ganas de ver a cierto muchacho.

Gemma se colocó su beanie de lana, dandole a su hermano el suyo cuando bajó las escaleras. Era invierno y Anne le había pedido a Gemma que se abrigaran, no quería que sus hijos pescaran una enfermedad, menos quería que Gemma estuviera en riesgo.

Al salir, los copos de nieve se posaban sobre los pequeños rizos de H,  haciéndolo reír, mientras que su hermana lo observaba ser un niño, el niño que mas atrás no pudo ser.

-Bueno, ¿listo?- el rizado asintió, quitándose el beanie y sacudiendo los pocos restos de nieve que se conservaban en la suave lana. Gemma ajustó el asiento y tomó la mano de su copiloto.

-Hoy será un día lindo, ya verás- lo que decía también aplicaba para él, tratando de convencerse de que hoy no habría ataques de pánico, tampoco habría voces en su cabeza. 

una melodía comenzó a entrar a su cabeza, avisándole que su hermana había prendido la radio, dejándose llevar por la voz de cualquiera que estuviera cantando, la cual era una voz muy dulce y suave, casi rasposa. Su mirada viajó hacia donde se suponía que la música estaba sonando, pero la radio no estaba prendida. Cierto miedo y cierta intriga se plantó en su cara.. parecía que  no era suficiente para su mente con solo escuchar voces, si no que ahora escuchaba música. 

-Gemma- su hermana señaló unos audífonos que se encontraban en su cabeza, haciendo que Harry frunciera el ceño. -¿Qué?- sus manos toqueteaban el aparato que se encontraba ocupando el lugar del beanie -¿c-como es que no me di cuenta cuando me los pusiste?- 

-Uy, parece que andas muy ocupado pensando en alguien- Gemma rió aún con su vista en el camino. Un leve sonrojo se  hizo presente, pero pronto se unió a su hermana, riéndose junto con ella -fuera de broma, Harry- suspiró para calmar sus ganas de reír -Louis me pidió que te lo entregara, dice que quiere que seas el primero en escuchar al "mejor cantante de Londres"- 

Rápidamente divisó una pequeña cajita que ahora se encontraba en sus manos, tenía en ello escrito "home :)". Su corazón dio un vuelco e inmediatamente sonrió al ver la letra tan delicada de su nuevo amigo, si así lo podría describir. 

Sus manos memorizaban las letras marcadas con negro, acariciando la cajita como si fuera lo mas valioso y preciado que tuviera, grabando una y otra vez la dulce melodía que entraba en sus oídos. Su sonrisa reluciendo,  mostrando lo orgulloso y perdido que se encontraba gracias a la perfecta voz de Louis. 

-Ey, ya llegamos- un leve golpe en su  hombro lo despertó de su trance, parpadeando repetidas veces y sacudiendo levemente la cabeza. 

***

-¿Harry, puedes esperar aquí en lo que firmo y lleno algunos papeles?- el rizado sonrió y asintió con la cabeza, en realidad no le molestaba para nada quedarse solo en el consultorio del doctor de Gemma. -Gracias. Si necesitas algo, grítame, estoy aquí alado, ¿si?- nuevamente el ojiverde asintió, dejando a Gemma mucho más tranquila.

La puerta forrada de blanco se cerró, dejando a Harry solo en aquel consultorio lleno de cuadros y decoraciones de payasos. Daba miedo, pero tenía su encanto. 

Se sentó en esas sillas que parecían sillones, esperando pacientemente a su hermana. Cruzaba sus piernas, dejaba de cruzarlas y cruzaba sus pies, columpiándolos, hipnotizado por el ruido que hacían cuando accidentalmente chocaban contra el suelo. 

Un sonido diferente a los que estaba provocando, se escuchó por el consultorio. Alguien estaba tocando la perilla, y para ese punto, Harry no sabía si era su esquizofrenia o una enfermera que iba por alguna medicina. 

Sus pies dejaron de columpiarse y puso toda su atención hacia la puerta vestida de blanco. Sus nervios llegaban a tal punto que comenzaba a sentir aquel liquido tan desagradable para él. Sus manos también comenzaban a soltar aquel liquido, así que pasó sus manos por sus jeans azules y esperó a cualquier cosa o persona que entrara por esa puerta. 

-Oh, perdona si lo asusté, ¿usted es el doctor Brown?- una mujer de cabellos rubios vestida con un jersey holgado habló desde el otro lado de la puerta. Harry la miró confundido por la pregunta que le había dado, y  al parecer ella se dio cuenta porque se disculpó enseguida. -Oh, lo lamento, en serio lo lamento. No pareces como alguien viejo- otra mirada de confusión llegó hacía la rubia  -No, quiero decir, !uhg! yo- !AAAAGHHH!- no pudo evitar reír, contagiando a la desconocida -Es decir, aún te ves joven. Eso- 

-¿Gracias?- una sonrisa se dibujó en su rostro. 

-Bueno, ¿al menos has visto al doctor?- la chica preguntó con las mejillas sonrojadas por la "vergüenza" que pasó, aunque a Harry lo hizo reír. 

-Sí, está con mi hermana. No tarda- usualmente no solía charlar con las personas con tanta fluidez, pero Louis le dijo que no tuviera miedo, así que ya no lo tendría. 

-Oh, que alivio- la rubia se sentó en la silla que se encontraba a un lado de Harry, poniéndolo nervioso por su cercanía. -Perdóname si te incómodo- parecía alguien extrovertida, ya que no cualquiera se hubiera sentado a su lado, menos alguien como Harry. -¿Cómo te llamas?- por lo visto, el silencio que comenzaba a caer, nunca llegó.

-Harry- sus manos temblaban levemente por el nerviosismo, incluso movía la pierna con cierta ansiedad. La chica lo miró como esperando algo, así que Harry le hizo la misma pregunta. -¿Y tú?- la chica sonrió, posando su vista en uno de los miles de cuadros con payasos pintados. 

-Amelie- su mano derecha aterrizó frente al brazo izquierdo de Harry, esperando un apretón de manos. -Pero me puedes decir Ami- al ver que Harry "no entendió" su acción, tomó su mano derecha y forzó un apretón, algo que incomodó un poco a H. 

-Ami- una nueva voz se hizo presente en la habitación, logrando que el ojiverde volteara al reconocer la voz - !Hazz!- Louis estaba dirigiéndose hacia él con una sonrisa enorme. Sus palmas sudaron mas y las palabras tardaban en salir. -¿Qué haces aquí? ¿y Niall?- unos brazos cálidos lo rodearon, y por pura inercia correspondió aquel abrazo. 

-En su casa- contestó a su segunda pregunta. Louis sonrió, creando millones de sensaciones en el rizado. 

-Entonces, ¿qué haces aquí?- su tono no fue grosero, fue con un  toque de alegría y nostalgia. 

-Vino a acompañar a su hermana al hospital, supongo- Harry no sabía si asustarse o agradecerle por hacer que hablara menos. -¿Se conocen?- Louis posó sus ojos en los verdes, dándole al rizado una mirada que no pudo descifrar. 

-!Claro! él es el chico que te conté- el corazón de Harry se paró por unos segundos, ¿hablaba de él con sus amigos? -Harry, ella es Ami, mi novia- 

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ya me cansé JAJAJAJAJA aparte siento que ya fue mucho :( espero y lo disfruten :)!!! 


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⏰ Última actualización: Sep 23, 2021 ⏰

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el chico de las mariposas (L.S) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora