¡Buenos días, alergia! -Anne canturreaba al paso que abría las cortinas y la luz se colaba por la ventana, despertando a Harry-
¡Mamá, te he dicho que no me despiertes! -estaba de mal humor. Muy mal humor-
Es tu primer día de clases. Levántate -lo ignoró, lo ignoró ya que para ella sus cambios de actitud se habían vuelto normales. Tomó las cosas de su hijo, poniéndolas en un lugar visible para el, como diciendo: levántate. Ya está todo listo-
¡Sal! Me voy a cambiar. Así dejas de molestarme -Anne se encogió de hombros y se fue dirección a prepararle el desayuno.
Harry bufó y maldijo el día en que se inventó la escuela. Quería seguir estudiando en su casa. No quería ir a una escuela de mierda y convivir con personas que seguro no vería más en 4 años o en 1.
Protestó con el mismo sobre cómo deberían de enseñar y sobre lo temprano que era, al paso que se ponía la ropa que ya estaba preparada y maldecía cada movimiento que hacía.
Se aseó deseando morirse y después tomó sus miles de pastillas con el ceño fruncido.
Bajó a regañadientes a desayunar y se encontró con su madre. Quien lo veía con una pizca de preocupación, pero se le veía feliz. Cosa que enojaba más al rizado-
No te ves feliz. Pero tu aceptaste esto -sirvió el desayuno he hizo que Harry se sentara- pruébalo. Está rico
-comió solo porque su madre le había dicho y solo porque tenía hambre, pero estaba enojado con la vida. Lo único que hacía que gruñir, fruncir el ceño y suspirar pesadamente.-
Lávate los dientes. Ya nos vamos -eso le molestó mucho más. Pero aún así lo hizo.
Se levantó de muy mala gana y se lavó los dientes con sueño, tomó su mochila y enseguida bajo con su madre, quien la esperaba en la puerta. Le tendió su abrigo y su beanie gris, ya que hacía frío y no quería que enfermase.
El camino se basó en Harry tratando de tranquilizarse y su madre diciéndole que todo estaría bien, que no se preocupara. Pero el no estaba preocupado, solo estaba enojado y se arrepentía por hacer esa decisión. Pero ya estaba hecha y lo único que podía hacer era arrepentirse y esperar que lo peor pasara.
Jugaba con sus dedos pensando en cómo y Porqué había decidido ir a la escuela. Quería estar desconectado de las sombras y su esquizofrenia pero pensaba que capaz y eso resultaba peor. Que algún grupo de chicos populares lo molestara al punto en el que el se deprima más de lo que ya estaba. Porque, si. Depresión y bipolaridad viene de la mano con la esquizofrenia... por eso tomaba miles de medicamentos, para poder vivir una vida "normal"
se despidió de su mamá tratando de mantener su sonrisa falsa y cerró la puerta mientras se despedía con la mano.
Al entrar, un señor con traje negro, le tendió una hoja que supuso que era su horario y le dijo que fuera a la sala B. <<claro, como si supiera cual era>> pero el solo le agradeció por recibirlo y fue camino hacia aquella sala.
La gente pasaba y lo veía como si fuera alguien extraño. Y de cierto modo lo era, era un chico nuevo. El típico centro de atención el primer día, aparte de que había entrado a la mitad del curso.
De pronto, topó con una pared y ya no supo a donde avanzar. Estaba atrapado en aquel lugar sin saber en donde carajos estaba "la sala B". Se sentía confundido y muy perdido. Su respiración se aceleró y sus manos comenzaban a sudar-
¿Buscas a alguien? -un niño rubio apareció detrás de él-
¿Eh? -harry volteó-
¿Estas bien? -su preocupación se hizo notar. Estaba sudando y jadeaba buscando aire. Lo que preocupó al chico rubio-
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el chico de las mariposas (L.S)
Fanfic"¿Para qué mirar las Estrellas cuando puedo mirarte a ti?" "¿Y por qué me mirarías a mi?" "Porque eres mi estrella favorita"