Prólogo

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Estaba enamorado, incluso sabiendo que no debería pero es que ¿Quien se enamora de un heterosexual? Bueno, de hecho mucha gente... pero ¿Llegarán a este punto de enamoramiento? Es ridículo.

A menudo siento que sueño con las historias clichés adolescentes donde sus amados se enamoran de ellas y viven felices por siempre pero luego recuerdo que así no es la vida real; en la vida real los amores unilaterales existen, la gente muere; te olvidan o simplemente es como si desapareciera del planeta tierra. Y esta, es la vida real.

A veces tendemos a ilusionarnos más de lo que deberíamos. Sé muy bien que la esperanza es lo último que se pierde pero cuando tu historia duele, ahí es cuando tienes que dejar de leer o aceptar que quizás las cosas no vayan a cambiar y el final no sea ese tan esperado por todos.

Mi historia es de la vida real, dónde estoy enamorado de un heterosexual hasta los huesos, donde me duele verlo de lo mucho que lo amo pero no puedo hacer más nada que solo observar.

¿Cómo fue el proceso en el que me enamoré? Imaginemos el sonido del arpa y la imagen ondulante adentrándose a mi memoria.

Todo empezó cuando me mudé a una nueva ciudad para poder estudiar mi carrera (Spoiler: deje la carrera), yo realmente no conocía nadie ahí, solo a un chico con el que al principio parecía ir todo bien pero termine siendo un juego, no estaba muy enamorado así que no llore mucho.

En el transcurso de darme cuenta que estaba siendo el juguete de alguien más conocí a Jimin, fue muy gracioso de hecho como nos conocimos; yo estaba bastante triste por el hecho de sentirme usado y que me hayan dejado plantado por cuarta vez, estaba activo en Instagram donde subí una historia diciendo que estaba bastante aburrido y él me la respondió preguntando si quería salir a dar una vuelta, al principio dude un poco porque realmente no conocía a esa persona pero ya como estaba tan triste no me importo si de repente era un psicópata que me quería matar y acepté. A partir de ahí empezó nuestra pequeña amistad, era una amistad muy linda, se los puedo jurar, nunca me voy a arrepentir de esos días. De hecho no me arrepiento de nada lo vivido con Jimin.

Nuestra amistad cada día se volvía más intensa y dependiente del otro, nos veíamos todos los días y si un día no nos veíamos hablábamos por celular, jugábamos juegos en linea y demás. Todo era muy lindo, rápido, pero lindo. Jimin tenía ese encanto natural que hacía que lo quieras y al principio realmente pensé que lo nuestro se iba a basar solo en una intensa amistad, hasta que me confesó que le gustaba alguien.

En ese momento desconocía mis sentimientos por Jimin, juraba amistad pero cuando las palabras salieron de su boca mi corazón se detuvo por un segundo para volver a latir con más fuerza seguido con un sentimiento de angustia en mi pecho.

—Estuve hablando mucho con ella, creo que me gusta.

Sonreí, claro, no entendía mi sentir pero igual podía ver la felicidad de Jimin al decir aquellas palabras.

—Creo que también le gusto...

Oh dios, no podía ser real.

Ese mismo día, en la madrugada, una vez que estaba en la comodidad de mi cama me puse a reflexionar y ahí caí en cuenta de que estaba enamorado. Lo siguiente que pude hacer fue tratar de ignorarlo, como cualquier persona. Acababa de tener una desilusión amorosa hacia relativamente poco tiempo y realmente no quería perder a Jimin, era una persona muy necesaria para mi vida. Spoiler: no pude ignorar mis sentimientos.

De a poco la relación de Jimin y su chica iba creciendo. Al principio solo hablaba de ella, luego la invitó a que la conociera, después venía a nuestras salidas y a lo último parecían garrapatas, tal como lo éramos nosotros antes de que ella apareciera. Por su puesto que estaba celoso, parecía una adolescente primeriza en el amor, de esas tóxicas que no quieren que su novio no tenga amigas. Me odiaba por eso porque nunca había sido esa clase de hombre.

Me empecé a alejar un poco de Jimin, no era sano para mí sentirme celoso y rechazado todos los días. Ya no hablábamos todo el día como antes y ya no nos veíamos todos los días, me dolía pero sabía que era lo correcto. Al tiempo de alejarme terminamos por no hablar incluso durante una semana, llegué hasta pensar que ya no volveríamos a hablar nunca más y estaba teniendo muy en cuenta el volverme a mi ciudad natal, como ya no estaba estudiando ninguna carrera y era difícil mantener mis gastos en la ciudad no se me hacía una idea muy descabellada, más encima no tenía muchas amistades en el lugar.

Con Jimin no hablábamos hacia cosa de dos semanas y media, él estaba de novio y yo deprimido así que comencé a planear mi mudanza, no tenía apuro así que empecé empacando de a poco. Un día vuelvo a ser activo en Instagram y decido subir una historia mostrando como guardaba un par de libros en cajas, Jimin me responde a esta preguntando si los iba a vender así que le cuento mis planes. A partir de ahí Jimin se pone muy intenso, volviendo a hablar conmigo todos los días y yo me confundo no sabiendo qué hacer, si mudarme de nuevo a mi ciudad natal o intentar de nuevo buscar trabajo y evitar alejarme de Jimin.

Nuestra amistad rápidamente vuelve a ser como era antes, la relación de Jimin va en decadencia y yo, por cruel que suene, me sentía feliz de volver a ser el centro de su atención. Jimin y su novia terminan, yo consigo trabajo y decido finalmente no alejarme de él. Pasa su duelo en mi departamento y yo lo consiento de la mejor forma que pude dándole todos los gustos. De a poco el empieza a ser más pegajoso conmigo y yo, enamorado como un adolescente, feliz.

—Yoon, ven... —La voz de Jimin salía por debajo de las cobijas y yo trate de ignorarlo. —Es en serio Yoongi, si no vienes puede que me muera en este instante —por su puesto que no iba a morir pero no me podía arriesgar a que eso sucediera.

—¿Qué ocurre Jimin? —Oh si, trataba de ser el top de la relación inexistente que había. Yo me hacía el malo, serio e indiferente mientras él era el tierno y dulce Jimin al que consentía cuando se portaba mal.

—Abrazame, estoy triste. —como ordene su majestad.

—¿Qué gano yo con eso? Tengo hambre —a veces se me daba bien el papel de chico difícil

—Te daré besitos en la naricita linda que tienes —por favor, si.

—Ok, me conformo.

Ese fue mi error, ese fue mi más grande error. ¿Me arrepiento de aceptar tal propuesta? Claro que no, jamás. Las cosas pasan por algo y esta historia tenía que tomar este rumbo. Era necesario para mi vida, lo sé.

Una vez en la vida [Yoonmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora