Sábado

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El inicio de un mes trae consigo los días más tranquilos, los días en que tengo un breve descanso. Padre recorre locales varios, despilfarrando los pocos billetes que rejunta por un penoso trabajo a cambio de vahos exóticos, promesas vacías de éxito y placeres al alcance de su mano.

En días como estos puedo respirar. Trago largas bocanadas, impregnadas de su espíritu, y me dedico a rogar, otra vez, que el castigo que inevitablemente acontecerá no sea tan despiadado.

Y ruego por las otras, también.

¿Qué clase de daño les causará a ellas?

Madre... ¿No son demasiadas ya?

¿Por qué nunca tiene suficiente?

Los fragmentos olvidados de Ava Dare (Instantes perdidos #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora